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domingo, 26 de junio de 2022

VIDEOS ALUCINANTES; FORD CORTINA BOBSLEIGH

 


De nuevo recurrimos a los impresionantes documentos del canal de Ford Heritage, que recupera una promo filmada el año 1964, en la estación invernal de Cortina D' Ampezzo, sede olímpica de los juegos invernales de 1956. 


En este documento vemos a Jim Clark, practicando auto-bobbing,  es decir recorriendo el circuito de bobsleigh a bordo de un Ford Cortina. No sé a vosotros pero a mi solo de verlo me entra un amarillo. 😨



martes, 7 de junio de 2022

HELLÉ NICE, LA REINA BUGATTI

 


Nuestra protagonista nació casi con el siglo XX, un 15 de diciembre de 1900 en un pueblecito francés de nombre impronunciable, llamado Auney-sous-Auneau, situado a 75 Km de la capital. 

La pequeña Mariette Helené Delangle era la hija del cartero del pueblo. Ya de pequeña cuando salía del colegio pasaba las tardes haciendo carreras de bicis con los chavales del pueblo, pronto se vio que lo de saltar a la comba y jugar con muñecas  no le atraía demasiado

Mariette ya adolescente ansia emociones fuertes que probablemente nunca encentraría en su pueblecito,  y decide a los 16 años emigrar a la gran ciudad. Frecuentando los ambientes bohemios de Paris conoce a un pintor y se convierte en su musa. 

Con los cuartos que gana posando desnuda se apunta a una academia de baile. Su carrera de bailarina de cabaret, parece consolidarse y adopta el sobrenombre de Hellé Nice. Gracias a sus giras por toda Europa pronto prospera llegando a comprarse un piso en París, un coche,  un yate y es una asidua de las más prestigiosas estaciones de Sky.

Pero su carrera se vio truncada en 1920 al ser arrollada por un alud en una pista de sky. Nice salva la vida pero su rodilla se ve seriamente lesionada, poniendo así fin  a su carrera como bailarina de cabaret. No obstante,  Hellé sigue frecuentando esos locales de los felices años veinte donde conoce a un piloto de carreras. De la mano de Henri de Courcelles se introduce en el por aquel entonces pujante mundo del automovilismo. En 1929,  pesar de su lesión de rodilla y de una vida nocturna de los más agitada, nuestra protagonista se proclama vencedora del Grand Prix Femenin en el autódromo de Montlhery.




Hellé sigue compitiendo incluso viaja al otro lado del charco, pero su carrera no despega hasta que conoce e intima con Phillip, uno de los miembros de la rica dinastía Rotshchild,  quien le acaba presentando a Ettore Bugatti. Su hijo inmediatamente acaba prendado del carisma de Nice y la convierte en su amante. Jean la propone a su padre como piloto de la casa. Ettore pensó que nadie mejor que una mujer joven, bella y glamurosa para promocionar sus ventas y acaba incorporándola a su elenco de pilotos.  Hellé ganó algunas carreras con su flamante Bugatti Type 35C, superando incluso a los hombres en la clasificación general, pero más allá de sus éxitos deportivos es en el aspecto publicitario donde ella consigue pingues beneficios. Su rostro aparece en miles de carteles,  entre otros para la petrolera ESSO y para la tabacalera Lucky Strike, bajo el slogan "el cigarrillo de los campeones". 



Su popularidad es tal,  que se le atribuye erróneamente el récord de velocidad femenino con una punta de 197´7 Km/h,  cuando una año antes Janine Jenkins había alcanzado los 199 km/h. Hellé cautiva a los norteamericanos con el apodo de la "Reina Bugatti". Pero como siempre no es oro todo lo que reluce,  y en sus contratos no corre carreras,  tan solo participa en exhibiciones y lamentablemente una de las clausulas contractuales exige que pilote sin casco para que los espectadores puedan distinguir su cabellera movida por el viento. 



Cansada de las excentricidades de los yankees vuelve a Europa en 1931. En 1933 abandona Bugatti para correr con Alfa Romeo. En 1936,  en Sao Paulo tuvo lugar un terrible accidente que costó la vida de seis espectadores,  y la llevó a un estado comatoso entre la vida y la muerte que duró tres días. Cuando despertó,  le explicaron que había salvado la vida gracias un soldado fallecido en el accidente, quien había absorbido el terrible impacto de su cuerpo contra las tribunas, por suerte otros treinta espectadores tuvieron mejor suerte y solo resultaron heridos.  

Aquel accidente pareció ser el inicio de su decadencia, no pudiendo clasificarse para las principales carreras, sin embargo en 1937 alternando su coche con otras tres féminas en las pruebas de resistencia de Yacco obtuvo unos récords mundiales, los de diez días y diez noches consecutivos pilotando, y los de 20.000 kms alcanzados en ese periodo.




En el fatídico 1939 estalla la segunda guerra mundial y su querido Jean Bugatti fallece en un accidente. Hellé abandona su lujoso ático parisino para instalarse en la Riviera francesa. Acabada la guerra justo cuando Nice trata de recuperar su carrera automovilista, el piloto galo Louis Chiron la acusa de colaboracionista nazi, nada menos que de formar parte del servicio de espionaje de la Gestapo, aunque nunca pudo demostrarlo. Pero aquel estigma la persiguió siempre,  privándole no ya de su anterior carrera automovilística, sino también de cualquier otro empleo digno 

Es en un suburbio de Niza donde pasó sus últimos años de vida alejada de las carreras por falta de patrocinadores, tirando de sus ahorros para vivir. La antaño glamurosa piloto de Bugatti y Alfa Romeo,  esquiadora, bailarina de cabaret,  modelo publicitario y amante de prestigiosos potentados, inicia una discreta vida en la ciudad de la que tomó su apodo,  bajo un nombre ficticio para que nadie la reconociera. Incluso su familia la rechaza y sus vecinos la recuerdan robando la leche que le ponían por la noche a los gatos del barrio para poder subsistir.  




En 1984,  La Reina Bugatti que había saboreado las mieles del triunfo y la popularidad de los Grandes Premios,  muere olvidada por todos a los 83 años, y es una organización benéfica quien debe correr con los gastos de su cremación. Sus restos fueron depositados en la tumba familiar pero ni tan solo se la mencionó allí, hasta que en el 2008 una fundación que lleva su nombre puso una placa conmemorativa.

En 2010,  la escritora británica Miranda Seymour publicó el libro "The Bugatti Queen", todo  un éxito de ventas,  cuyo exhaustivo trabajo de documentación contribuyó a rememorar las gestas de la injustamente denostada Mariette Delangle.

Aquí acaba la apasionante biografía de una de aquellas pioneras del antaño machista mundo del automovilismo,  y sin duda una de las mujeres mas pintorescas y aventureras del principio del siglo XX.