GOLFEANDO, PRESENTACIÓN

Siento decepcionar a los más morbosos,  pero el título de esta nueva sección no alude a ningún tipo de correrías ilícitas. Solo se trata de un juego de palabras para bautizar las andaduras con mi VW Golf 1.8. CL de 1992. 
Este coche tiene para mi un significado especial. Mi madre lo adquirió en 1998 en un compra-ventas de segunda mano.  Debo reconocer que por aquel entonces no era demasiado fan de los Golf, debido a su diseño tan cuadriculado, y a su sobriedad y austeridad . Definitivamente no era de esos autos que te enamoran a primera vista, pero por fortuna en su compra prevalecieron otros aspectos objetivos y con el paso del tiempo esas otras facetas ocultas de los VW que más adelante iré comentando se mostraron plenamente acertadas.

Yo también lo conduje habitualmente (casi más que mi madre) y me ocupé de su mantenimiento. Por contra es un auto que no me dio más que satisfacciones, hasta que hará unos 10 años lo abandoné en mi ciudad natal, a unos 600 Kms. de mi domicilio actual. En los últimos tiempos apenas se utilizaba y precisamente era yo quien lo "revivía" en breves periodos vacacionales.
Por desgracia mi madre falleció recientemente y como en mi familia nadie más tiene el carnet de conducir,  el coche languidecía por largo tiempo aparcado en la calle. Una de las soluciones pasaba por venderlo. Lo desaconsejaba su escaso valor residual, el amplísimo stock actual de vehículos de segunda mano  y su estado no auguraba una buena venta, tal vez con suerte por unos pocos cientos de €,  y a lo peor con destino a convertirse en un coche donante de órganos. 

¿Pero para que demonios quedarmelo cuando ya tengo otro vehículo?. Todos estos pensamientos me reconcomían, al fin y al cabo soy una de esas personas sentimentales que dan un valor extra intangible a los objetos por los recuerdos y las experiencias vitales que atesoran,  no por una simple estimación contable.   
Por ello y a pesar de los bienintencionados consejos de mujer, familia, amigos y todos aquellos que ven a un auto solamente como una máquina generadora de gastos,  decidí recientemente adoptarlo, restaurarlo y darle un uso lúdico. 

Es un MKIII 1.8cc. y 90 cvs matriculado en Febrero de 1992, por lo que este año celebra su 23 aniversario. Durante todo ese tiempo solo ha recorrido 130.000 kms.  
Primeramente acudí a su mecánico habitual para realizar una puesta a punto que no se llevaba a cabo desde hacía 4 años, cambio de aceite, filtros una revisión general y un equilibrado de ruedas. 

Ya estaba listo para ponerse en carretera hacia su nuevo destino, allende los mares, desde el Mediterráneo hacia el Cantábrico. El viaje fue muy bien a pesar de no contar con el funcionamiento de la calefacción, (creo que el radiador de calefacción ha dicho basta)  por fortuna ese día las temperaturas eran bastante agradables a pesar de ser invierno. 
Durante todo ese tiempo me había olvidado lo confortable que es la vida a bordo de un Golf y la poca gasolina que consume a velocidades moderadas. 
Por desgracia además de la calefacción hay otros aspectos que solucionar típicos de los estragos producidos por el paso del tiempo en  los Golf III, pero por ahora lo dejo aquí,  tal vez en otro post...