Originalmente fue diseñado por Albert Khan con motivo de la Exposición Mundial de Chicago-Illinois de 1933, "Un siglo de progreso".
La peculiaridad de este edificio futurista es su forma circular con una rotonda de cristal en su centro de ahí su nombre, aquella estructura parecía evocar un gigantesco neumático, tal vez un conjunto de engranajes o una camisa de pistón quien sabe, pero tratándose de la Ford Motor Company estaba claro que se quiso homenajear la evolución del transporte, y en especial del automóvil, desde los tiempos de los antiguos carruajes egipcios.
De noche unos potentes cañones de luz emergían por el tejado convirtiendo al edifico en una especie de gigantesca linterna.
Los visitantes eran paseados en descapotables por las avenidas y sus parques y jardines aledaños. Dentro del Ford Pavillion a orillas del lago Michigan se instaló un laboratorio en el que los visitantes pudieron admirar por primera vez el funcionamiento de un láser y un enorme globo terráqueo mostraba su presencia y ventas en diversos países.
Tras la finalización de la expo, Ford visto el éxito de Rotunda siendo el centro más visitado del evento, pensó en darle un uso lúdico-turístico al edificio y se lo llevó a sus cuarteles generales en Dearborn, Michigan. Aprovechando su traslado se rediseñaron las paredes exteriores en cuatro secciones, cada una de mayor alzada hasta la parte superior. Contó con un patio central de 30 metros y dos edificios adicionales se anclaban a la sección central.
Después de solo año y medio Rotunda se abrió al publico cosechando un éxito tremendo de visitas, parado lógicamente por los efectos devastadores de la Segunda Guerra Mundial. En 1952 se pensó en reabrirla, para ello se reacondicionó con la instalación de una espectacular cúpula geodésica superior.
Ford dominaba el marketing como solo hacen los norteamericanos y anunció su reapertura como centro de visitantes el 16 de Junio de 1953, con motivo del 50 aniversario de la Marca del Ovalo. Se adornó Rotunda con cincuenta enormes velas situadas a largo de la fachada como si de una gigantesca tarta de cumpleaños se tratara.
Dentro había restaurantes, salones de convenciones y salas de proyecciones. Ford utilizo la enorme popularidad del complejo y su incomparable marco interior para realizar allí la presentación de sus Show-cars y de algunos modelos emblemáticos de la marca como el Continental, el Thunderbird o el fallido Edsel. El ultra-moderno Rotunda fue una gran atracción, convirtiéndose en el quinto destino turístico más popular de Estados Unidos durante la década de 1950. De hecho, sólo las Cataratas del Niágara, las Grandes Montañas Humeantes, el Parque Gran Nacional, La Institución Smithsonian y el monumento a Lincoln eran más populares.
Yellowstone, el Monte Vernon, el Monumento a Washington, y la Estatua de la Libertad todos ellos recibieron menos visitantes.
Paradojicamente lo que más le rentaba, acabó siendo su perdición. Cada año en allí se organizaba un show de navidad, el cual llegaron a visitar unos 6 millones de personas durante sus nueve años de celebración. El patio central interior permitía alojar un árbol gigantesco y cualquier tinglado navideño que se deseara, convirtiendo a Rotunda en una atracción irresistible para los críos y sus familias.
Pero todo ardió como una tea un fatídico 9 de Noviembre debido a las obras de acondicionamiento para la Fantasía de Navidad de 1962. Unos obreros alquitranando provocaron accidentalmente fuego en la cúpula geodésica y este se propagó rápidamente por todo el techo, asomando las llamas hasta 15 mts. de altura, soltando un espeso humo visible desde toda la ciudad. Aunque por fortuna no hubo que lamentar victimas humanas y se pudo evacuar las numerosas visitas colegiales. Los bomberos llegaron prestos pero la estructura ya se había derrumbado, aplastando numerosos autos expuestos como el Gyron, lo único que se salvó fue el árbol de navidad y también por fortuna el fabuloso Archivo Ford con mas de 14 millones de artículos y 250.000 fotografías.
La Ford nunca se decidió a restaurar el monumento que ya le había provocado 15 millones de dolares en daños y el terreno donde se hallaba Rotunda quedó vacío durante muchos años, hasta la instalación en año 2000 del Centro de Educación Técnica de Michigan (M-TEC).
Actualmente existe un proyecto de la fundación Ford para construir una réplica de aquel complejo, tal vez con Lingotto una de las muestras auto-arquitectónicas más ilustres de la historia.
Tremendo; en una de las primeras fotos, visto a lo lejos, me recordó a Chernobyl.
ResponderEliminarObras faraónicas, como siempre, lo de los yankees; pero con esa belleza de las primeras décadas del siglo pasado.
Abrazo!
Si un edificio muy singular con esos anillos concentricos y su estructura circular, muy original.
EliminarAbrazos y felices fiestas.!
Interesante historia, e impresionantes los datos de visitas que presentas, que la mismísima estatua de la Libertad presentara menos visitas que el Ford Rotunda dice mucho. Una lastima su final en llamas, aunque algo me dice que pronto le tenia que llegar la hora a este edificio, tanto por coste, cuando vinieran las vacas flacas o por el diseño.
ResponderEliminarUna pena que se perdiera podía haber sido una especie de templo para para Ford.
EliminarHay un proyecto de reconstruccion aunque no se si sera fiel al original.
un abrazo y Felices fiestas!
Qué años aquellos 50 y 60 en Estados Unidos, donde todo parecía que iba a ser posible para la ciencia... sobre este tema te recomiendo la película (nueva) "Tomorrow Land".
ResponderEliminarNo tenía ni idea de la existencia de esta construcción pero te aseguro que querría haberla visitado.
Buen artículo!
Y te deseo Felz Navidad para tí y los tuyos, Xavi.
Tomo nota de la sugerencia cinematografica.
EliminarYo tambien hubiera ido a visitarla, pero no por estas fechas!
Felices fiestas y un prospero año nuevo tambien para tí
Es como una materialización del optimismo, un canto a la grandilocencia, dos aspectos que dominaron una época opulenta.
ResponderEliminarBienaventurados ellos, los que podian.
PD: yo tampoco conocía la historia, gracias por compartirla.
volví a mirar el post, ahora repasando las fotos maximizadas en la pantalla de la computadora,
Eliminarimpresionantes
Albert Kahn el arquitecto aleman del rotunda se decia de el que fue el hacedor de Detroit. Entre otras edificaciones levanto la factoria Packard donde llegaron a trabajar cien mil obreros y el Fisher Building un precioso rascacielos de estilo art-deco con un teatro dentro con capacidad para 2mil espectadores.
EliminarFelices fiestas!
Increíble... Por aquella época Ford debería sentirse como el amo del mundo, a fin de cuentas crear grandes edificaciones es típico de personas y organizaciones poderosas para reflejar su estatus. Lo cierto es que la influencia de la marca a lo lardo de las décadas es evidente: recuerdo que hace años leí una novela que se llama "Un mundo feliz" publicada en los años 30, que reflejaba un utópico futuro en el que las personas nacían en laboratorios y se clasificaban por clases para crear una sociedad perfecta que funcionaba como una cadena de montaje; es más, el Interventor Mundial tiene el título de "Fordería".
ResponderEliminarUn saludo, y felices fiestas ;)
Ford fue uno de los maximos exponentes del llamado sueño americano, empezo en un pequeño taller fabricando autos y descubrio la cadena de montaje, aun hoy en dia la forma mas eficiente de produccion conocida, y de paso vio que no solo era necesario fabricar sino tambien vender extendiendo su imperio automovilistico por todo el mundo contribuyendo a iniciar el rodillo capitalista actual.
EliminarNo he leido "Un Mundo feliz" pero como amante de las novelas de ciencia ficcion utopicas o distopicas seguro no me decepcionará.
¡por cierto ¿No han hecho pelicula? (Es broma, jeje)
Felices fiestas!
Hay una serie, que recuerdo haber visto de pequeño en la tv.
EliminarMejor te recomiendo "1984", hay película pero el libro es entretenido y una pasada.
Saludos!
Terrorifico "el Gran Hermano" aunque casi da mas miedo el de Telecinco.
EliminarPara mi la obra suprema del genero es Farenheit 451, y la peli de Truffaut está a la altura.
Creo que Ray Bradbury con "Farenheit 451" escribió lo mejor de la temática; la soledad de alguien que (gracias a una bella joven) toma conciencia de lo que sucede te pone los pelos de punta. También me gusta mucho "La máquina del tiempo" de Herbert George Wells; muestra el dominio de unos sobre otros en una sociedad futura lo que, en el fondo, nos hace pensar en la explotación de unos (los ricos) sobre otros (los pobres) en la sociedad actual...
Eliminar1984 lo encuentro descorazonador mientras el final de 451 dejaba un poso de esperanza.
EliminarMuchos tildan a la ciencia ficcion de fantasiosa y de ser un genero menor, en muchos casos es asi, pero las buenas novelas del genero nos hacen pensar y son una critica feroz de la sociedad actual.
Un abrazo!
!Muy buen año para tí y tu gente!
ResponderEliminarAcá en Argentina, también tuvimos edificios míticos, aunque no tanto como éste de Ford. Aquí tuvimos el edificio Chrysler, el cual contaba en su techo, de una pista de carrera tipo óvalo. Les dejo un link para que puedan verlo. http://www.arcondebuenosaires.com.ar/palacio_alcorta_renault.htm
ResponderEliminarSaludos
Impresionante edificación.
ResponderEliminarUna especio de Lingotto bonaerense
Conocía la historia por el blog de GauchoModels.
Una pena que perdiera la pista superior pero al menos gracias al museo Renault sigue relacionado con el automovil.
Un saludo.