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sábado, 9 de abril de 2016

GM TECHNICAL CENTER, DONDE EL HOY ENCUENTRA AL MAÑANA


En 1944 el presidente del consejo de administración de General Motors recibía constantes quejas de su equipo de diseño encabezado por Harley Earl. Las instalaciones y oficinas de diseño existentes se repartían a lo largo y ancho de Detroit, eran anticuadas, desfasadas, oscuras, su espacio insuficiente y la comunicación entre ellas deficiente. Sloan y sus ejecutivos convinieron en la imperiosa necesidad de agrupar en un mismo campus a sus ingenieros, diseñadores y técnicos destinados a los proyectos de investigación y desarrollo de sus futuros modelos, eliminando así retrasos. Así nació la idea que germinó en una moderna tecnópolis sita en Warren, Michigan.  El slogan era "Donde el hoy se encuentra con el mañana".
Para ello GM adquirió un terreno con la friolera de 813 acres (más de tres millones de metros cuadrados). 
Aparte de la funcionalidad,  Earl como director de diseño de la compañía insistió en la imperiosa necesidad de crear un centro moderno,  con una poderosa identidad paisajística visual, un Versalles del siglo XX del diseño industrial. 
Los arquitectos elegido fueron Saarinen y Swanson. El primero entre otras obras obras diseñó la terminal de la TWA en el aeropuerto de Nueva York, los campus de IBM, los laboratorios Bell Telephone y el edificio de la CBS.
En 1945 fue el mayor proyecto arquitectónico de los EE.UU y supuso toda una revolución en el campo de la arquitectura industrial. Para ello no repararon en gastos,  y se pasó de los 60 millones iniciales a los 100 millones$. 
La construcción se inició en 1949 y su inauguración en 1956 fue cubierta por una difusión periodística sin precedentes, contando con un discurso televisado del presidente Eisenhower para toda la nación y con la presencia en Warren de estrellas del Hollywood de la época. 
El plan maestro original del campus, diseñado por Eero Saarinen y el arquitecto paisajista Thomas Church estaba compuesto por veinticinco edificios repartidos en grandes espacios abiertos y rectas avenidas. El Centro Técnico de General Motors fue distribuido alrededor de un lago de 22 acres que contenía cuatro islas, al estilo del diseño de Miers Van de Rohe para el campus del Instituto de Tecnología de Chicago. Cinco complejos de edificios rodean el lago,  uno en cada extremo y tres sobre el lado oriental del lago. Los complejos son bajos, como mucho estructuras de tres pisos y amplios ventanales con miras hacia los parques.
Una alta fuente de acero inoxidable adicional fue construida en la esquina noreste del lago para proporcionar mayor variedad de altura. Los edificios eran todos prefabricados, construidos en fábricas, transportados y montados insitu en Warren. Los edificios contaban con una ala de administración, un taller y un laboratorio en el lateral o en la parte posterior conectados al edifico principal por un pasillo de cristal. 
La premisa fundamental sobre la que se fundamentaban los edificios era la profusión de espacios interiores flexibles y modulares, para poder reordenar oficinas y aéreas técnicas según las necesidades de producción de cada momento. Por ello Saarinen eliminó aparatosas columnas interiores para crear grandes áreas abiertas, usando tabiques móviles y vigas especiales para delimitar el espacio. Por su parte Earl se aseguró que cada planta contara con suficientes fuentes, pinturas y esculturas. 
Las escaleras principales de mármol pesaban varias toneladas y daban la impresión de estar flotando en el aire,  simplemente retenidas por cables de acero. 
Si un edificio destaca particularmente sobre el conjunto es la Cúpula del Centro de Estilo, revestida de laminas de aluminio autoportante,  en torno a un anillo de tensión, cuyo diseño permitía ver los diseños de los nuevos vehículos bajo una variedad de condiciones de iluminación.
Este centro tan futurista fue el marco perfecto para desarrollar entre otras maravillas rodantes, el Buick Le Sabre, los concepts Firebird o el Corvette.
El proyecto supuso una coordinación entre arquitectos e ingenieros de GM quienes propusieron soluciones y materiales finalmente aplicados en la obra, tales como juntas de neopreno utilizadas en el sellado de los parabrisas,  para muros o juntas de las ventanas exteriores. 
La luminosidad en todas las estancias, especialmente en las salas de diseño era otra condición presente en este centro, a esto ayudó sin duda los finos pero resistentes marcos de aluminio capaces de aumentar la superficie acristalada y resistir el peso de grandes ventanales.
Los ladrillos también sufrieron una cocción especial para garantizar su color a pesar de las inclemencias metereologicas y del paso del tiempo. Los paneles metálicos prefabricados asimismo fueron innovadores al emplear una estructura de núcleo de nido de abeja intercalada entre dos láminas de porcelana esmaltada  de acero para proporcionar aislamiento, esta tecnología fue tomada de la industria aeronáutica
A pesar de que Detroit y su industria automotriz no pasa por su mejor momento, en cambio las instalaciones del Centro Técnico siguen en funcionamiento, empleando directa o indirectamente a una plantilla de 19.000 empleados. 
Gracias a su modularidad se mantiene una estructura similar al proyecto original, aunque lógicamente ha ido evolucionando con adiciones posteriores. El paisajismo y las áreas verdes ha sido el principal damnificado,  frecuentemente sacrificadas por necesidades de espacios para aparcar. 
El Centro Warren fue declarado Monumento Histórico Nacional de los E.E.U.U.
En general los elementos han resistido bien el paso del tiempo, tan solo ha sido necesario una capa de pintura,  eso dice mucho y muy bueno tanto del diseño original como de la calidad de los elementos empleados. 
Un ejemplo de esto ultimo,  es la oficina de los jefes de diseño, actualmente sigue tal como la diseñó Saarinen para Harley Earl  hará ya 60 años, con un estiloso mueble sofá de cerezo. 
El despacho estaba lleno de mandos para controlar la iluminación, música, cortinas, o reclamar a sus secretarias.


  



Tras sesenta años de historia no sé muy bien si el pasado se ha encontrado con el presente, pero el Centro Técnico de General Motors puede ser considerado junto al ya extinto Rotunda de Ford como dos destacados ejemplos de la  antaño todopoderosa industria automovilística de Detroit.

9 comentarios:

  1. Es alucinante, simplemente. Ese minimalismo (se nota mucho ahí Saarinen) de siempre me ha fascinado, formas limpias y geométricas que determinan amplios espacios abiertos.

    No me extrañan que se inspirasen bien ahí los técnicos.

    Si ya me impresionó la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, en el Centro de GM directamente me daría un patatús!

    Saludos, abrazos y gracias por el post, impresionante!

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    1. Hola Antonio,

      Creo que fue muy importante pues por primera vez se le dio al diseño de automóviles un marco adecuado y un centro especializado para tal fin, recuerda que se proyectó en la década de los cuarenta.
      ciertamente hay mucho de minimalismo y funcionalidad pero también con toques de futurismo geniales como las escaleras colgantes, la torre de agua o el edificio de la cúpula.
      Debia ser una gozada trabajar en un sitio así.

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  2. Espectacular. No tenía ni idea de que existiera este edificio. Gracias una vez más por descubrirnos tantas cosas tan grandiosas relacionadas con el mundo del motor.

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    1. Hola Juan Luis,

      Un templo del diseño donde se respiraba pasión por el automóvil y su futuro desarrollo. Muy innovador y bien hecho pues sigue en activo casi despues de setenta años.
      Si una cosa tienen en USA es que no se andan con chiquitas, querian pisar la Luna y crearon Cabo Cañaveral.

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  3. como dice mi padre, "en ese tiempo ataban los perros con chorizos",
    hoy es impensable un proyecto así.
    también es cierto que la electrónica achicó mucho las distancias y necesidades,
    ya no hace falta un parque futurista para diseñar un auto.
    de todos modos es loable que se siga usando, eso significa que fue bien planteado y bien construido.

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    1. Tras la gran depresion y la gran guerra, los 50 y 60 fueron años gloriosos para la industria yankee, el tio Sam abrio la reserva federal para la carrera espacial y para poner dos autos en el garaje de sus ciudadanos medios. Luego llegaron los 70, con la crisis del petroleo y la competencia foranea, y vieron las vacas flacas, en los 80 aguantaron gracias a silicon valley y el mercado financiero. Todo es ciclico

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  4. Una muestra del poder de la industria americana de la época. A medida que iba leyendo pensaba que terminaría de forma tan mala con el caso del Ford Rotunda y más sabiendo como está Detroit hoy en día pero afortunadamente está superestructura sigue en pie y funcionando.

    Saludos!

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    1. Hoy mas que nunca el I+D+I y el diseño es fundamental, se habrán recortado puestos en las cadenas de montaje, a causa de la automotizacion , eso significa paro y pobreza como en Detroit, pero se siguen necesitando ingenieros tecnicos y centros de desarrollo como el GM de Warren.
      Abrazos!!!

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    2. Hoy más que nunca GM está muy presente en la industria automotriz, fabrican desde autos de gama baja hasta superautos y camiones, en este lugar por ejemplo, me encontré una agencia virtual de camiones https://www.busesycamioneschevrolet.com.co/vitrina-virtual/home me parece interesante el rumbo qye le esta marcando GM a la industria.

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