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lunes, 20 de marzo de 2017

EL FANTASMA DE BELGRADO

Esta es una de esas historias que nadan entre el fino linde de la realidad y el de las leyendas populares y por tanto su exactitud depende de quien la relate, pudiendo variar fechas, lugares o detalles.
1979 estaba siendo un año muy tranquilo y agradable en Serbia, por aquel entonces inmersa en el régimen comunista yugoslavo,  dirigido por el Mariscal Tito tres años antes de su fallecimiento. 
El plácido verano había derretido las frías nieves de los Balcanes y convidaba a los vecinos de Belgrado a pasar las cálidas noches en la calle. Algunos de sus ciudadanos relataron que veían pasar un Porsche blanco a toda velocidad, sin respetar señal alguna o semáforo. Los hechos se repetían noche tras noche,  aparentemente sin motivo alguno como un simple divertimento, y la milicija no tardó también en avistarlo, otra cosa es que pudieran perseguirlo con sus humildes Zasatavas 101 a años luz de las prestaciones de un Nueveonce.
La policija de Belgrado inició las pesquisas y se encontró con la denuncia de robo de un 911 S Targa color blanco,  perteneciente a un ex-tenista llamado Ivko Plecevic. Este estaba de vacaciones en su ciudad natal,  cuando fue a buscarlo para desplazarse de vuelta a Austriadonde daba clases particulares,  vió que no estaba en la calle donde lo había aparcado. Como por aquel entonces en Belgrado no debían haber muchos autos como este,  la policía no tardó en atar cabos. 
Fuera quien fuera el ladrón parecía provocar a las autoridades, anunciando con antelación a través de una radio por donde iba a circular cada noche. La actitud desafiante del misterioso conductor no tardó en despertar las simpatías de la población, algo rencorosa contra la policía del régimen comunista, a pesar de que el Yugoslavo no fuera el más represivo del momento
Se le apodó El Fantasma de Belgrado.  La gente acudía en masa a divisar sus correrías nocturnas,  llegandolas a preferir a otros acontecimientos tales como los partidos de fútbol disputados en el Marakana de Belgrado.
Circularon numerosos rumores sobre la posible identidad del héroe anónimo; se especuló con un hijo de un prestigioso militar o un conductor profesional. La noticia acabó saltando a la prensa nacional y la milicija estaba temerosa de que pudiera llegar hasta el Mariscal y pudiera interrumpir sus vacaciones reuniones en la Cumbre de Paises No Alineados de Cuba. En los sistemas totalitarios cualquier rendija abierta en una administración férrea y un sistema intocable era considerado una cuestión de estado que debía atajarse de inmediato. 
Se barajaron varias soluciones, los mismos comisarios a bordo de Fords salieron a perseguir sin éxito al 911, de día buscaron por toda la ciudad el auto estacionado, y tampoco pudo hallarse. Pensaron en disparar a los neumáticos, pero las autoridades no creyeron conveniente poner en peligro la vida de otros conductores, transeuntes o incluso de la misma policía. Para más Inri un fotógrafo  llamado Bogdanovic consiguió capturar el rostro del fantasma tras el parabrisas del Porsche pero luego decidió no publicar la fotografía para no delatarle. 
Finalmente como el conductor anunciaba parte de su trayecto y este pasaba por la rotonda de Slavija, se taparon todas sus salidas con autobuses. El Porsche acabó atrapado debajo de uno de ellos pero el Fantasma consiguió salir del vehículo ayudado por los presentes y huyó oculto entre la muchedumbre. La suerte de Vlada Vasiljevic, un simple ladrón de automoviles, estaba echada, alguien de la Milicija o un simple ciudadano le reconoció y fue capturado. 
El dueño del 911 S Targa no pensó en arreglar el siniestro y lo vendió tal cual a un coleccionista. Ahí lamentablemente se le perdió la pista, ¿fue restaurado?, ¿volvió jamás a circular? ¿de aparecer ahora cual sería su valor?...
Tras un tiempo, Vasiljevic consiguió fugarse de la prisión donde fue recluido, y tras tres días regresó por su propia voluntad, alegó a los responsables del centro que debido a su obsesión por los autos no resistía el impulso de robarlos y practicar una conducción temeraria. 
La leyenda continua tras su fallecimiento. Como no,  tuvo lugar  en la carretera, tras un accidente que también costó la vida de su copiloto a bordo de un Lada, el expediente policial del accidente desapareció misteriosamente y siempre quedó la duda si las autoridades ejercieron una vendetta, cosa por otro lado nada inusual pues varios sujetos incómodos para el régimen desaparecieron por aquellos tiempos.
Los hechos fueron llevados al cine en 2009 de la mano del director Todorovic y del productor Petkovic, hijo del fundador del museo de coches de Belgrado quien vivió en persona aquella romantica historia de un extravagante personaje y su Porsche, ambos durante diez noches seguidas pusieron en jaque a todo un regimen.


15 comentarios:

  1. El famoso auto fantasma, o el auto de Robin Hood, muy interesante historia, sobre todo por el velo de realidad que la cubre.
    Vaya uno a saber si el hombre apresado era realmente el conductor o no...‎

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    1. Parce que la historia se sustenta por si sola, aunque con el paso del tiempo puede haber distorsionado o magnificado los hechos.
      Cierto podía ser un cabeza de turco, de hecho nunca le pillaron infraganti conduciendo el 911 Targa.
      Saludos!

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  2. ¡Menuda historia! De esas que uno siempre acaba afirmando que la realidad supera a la ficción. Un delincuente que, por sus hazañas, acaba convirtiéndose en una especie de héroe o símbolo de rebeldía para el resto de la sociedad. A ver si me animo y busco la película, que no tiene mala pinta...

    Un saludo ;)

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    1. Se me ocurre cierto paralelismo entre este caso y el del Vaquilla y el Torete en nuestro país, ladrones de coches y habiles conductores que ponian en jaque a la policía y acabaron convertidos en mitos por el cine quinqui.

      Un abrazo!

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  3. Por un momento pensé que se trataba de una leyenda, en la que no sabía si era verdad o mentira, sobretodo al ver la foto tan fantasmagórica del conductor, pensando que podría ser un montaje para darle credibilidad... Un acto de rebeldía en una dictadura, con la ciudad de Belgrado y un Porsche 911 de por medio.

    Ni el mejor novelista podría haber imaginado una historia así.

    Saludos!

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    1. El fotografo que captó el rostro del fantasma llamó a un motorista para poder perseguirlo y sintonizaba la radio de los taxistas para saber por donde circulaba, como el resto de la poblacion sentía simpatía por él y no publicó la foto hasta después de que fuera apresado.

      Abrazos!

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  4. Ja, me encantan estas historias.
    A ésta, por supuesto, no la conocía.
    Abrazo!

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    1. Fue un acontecimiento en la ciudad, la gente sacaba las sillas a los balcones para verlo pasar y al día siguiente los hombres debatían sobre el tema leyendo noticias sobre el fantasma en el periódico.
      abrazos!

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  5. Eso te iba a decir, era una especie de "Torete" yugoslavo...
    Hasta con su "peli" y todo, pero no tendría unos Chunguitos balcánicos para la banda sonora?

    Gracias por la historia, ni idea tenía oiga...

    Saludos!

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    1. jaja! pues no se de quien es la banda sonora, pero se la podían haber encargado a Emir Kusturika, creo que es paisano y me flipa todo lo que hace.
      Otra historia de polis y ladrones pero aquí no sabemos muy bien quienes son los malos y los buenos.

      Abrazos!!

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    2. El colega era un vacilón, simplemente!

      Abrazos!

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  6. Respuestas
    1. Gracias a ti por leer y comentar en este humilde blog!

      un saludo.

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