ENCUENTRO CON "GODZILLA"

En este blog ya se ha dedicado un post al NISSAN GT-R. Pero paseando con unos amigos nos topamos cara a cara con uno...

Como ellos no eran demasiado aficionados al motor me miraron incrédulos cuando les expliqué que estaban delante de uno de los mejores superdeportivos del planeta. No me creian tal vez debido a que no tenía los colores chillones de los italianos, estaba pintado en un discreto gris marengo (para los más exhibicionistas si existe el Black Edition) y pasa desapercibido en cualquier parking.
Su silueta tampoco es demasiado baja y afilada, más bien tiene pinta de brutote musculoso,  acentuado por una linea de cintura alta y poco cristal. Con un Cx de solo 0,27 es más redondeado que sus antecesores, los SKYLINE pero hereda su sobriedad.

En definitiva no parece un Dream Car, no conviene olvidar que es obra de un constructor generalista como es Nissan y a pesar de sus descomunales prestaciones y nivel tecnológico, el GT-R no pretende alejarse demasiado de esa filosofia popular.
No obstante ciertos detalles nos confirman que no estamos ante un Nissan normal, como los cuatro caños donde brota el CO2, los cuatro Michelin Pilot Super Sport, un spoiler trasero, pinzas Brembo pintadas en amarillo con gigantescos discos perforados, branquias laterales y dos aberturas en el capó para favorecer la eliminación del calor de su V6 Biturbo de 3.8 litros. 

Y poco más porque lo esencial está oculto,  como las supensiones de aluminio, o como el fondo plano y el difusor trasero ambos hechos de fibra de carbono. Otras partes visibles como el vano motor y el frontal  también llevan partes de Carbon Ceramic Composite pero deliberadamente pintadas o recubiertas, prueba de su discreción. Ahora bien,  ¿significa esto que  Godzilla no es fascinate? todo lo contrario MOLA,  ¡Y MUCHO!, pues para mi gusto toda esta mesura le dota de un gran valor añadido.

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