Anteriormente al inicio de la pandemia ya se adivinaba un cambio de ciclo en la industria de la automoción. No es algo nuevo para los constructores, gracias a la tecnología ya han afrontado con éxito anteriores retos, por ejemplo la reducción del consumo sin merma de potencia, aumento de la seguridad tanto pasiva como activa y la reciente implantación de la conectividad imprescindible en estos tiempos.
Pero actualmente los gobiernos de algunos países y también las autoridades a nivel local, buscan reducir de forma notable la emisión de gases contaminantes del parque móvil en las grandes urbes mediante unas normativas que progresivamente irán endureciéndose. Todo esto seguro que para el ciudadano medio tendrá consecuencias a medida que estas se vayan implantando. Por desgracia vivimos en un país donde aprendemos a base de palos y amenazas, y los cambios son súbitos y dramáticos. Lejos de otras culturas donde se busca incentivar, como Noruega donde los usuarios de vehículos eléctricos gozan de todo tipo de atractivas ventajas tanto fiscales como de movilidad, que aquí se suelen quedar en agua de borrajas. Por fortuna la industria ya lleva tiempo sondeando alternativas al motor de combustión con más de un centenar de años de trayectoria a su espalda; coches eléctricos 100 por 100, híbridos, hibridos enchufables, vehículos de Gas Licuado de Petroleo, Pilas de combustible de hidrógeno y seguro aparecerán nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
Todo ello genera muchas dudas a los usuarios que se vean en estos tiempos de crisis económica post covid, en la necesidad de adquirir en propiedad un vehículo, tanto para su uso personal como para su uso laboral. El mundo de la tecnología no siempre es una apuesta segura para el profano; todos nos acordamos de aquel cuñado que en su día nos aconsejó comprar un vídeo Beta. Pues bien la compra de un coche o furgoneta es algo mucho más serio y las familias tienen que hacer un desembolso importante, eso hace que el vehículo en nuestro país sea amortizado más de lo deseable, una media superior a doce años. Os imagináis las nuevas tecnologías de aquí a doce años? Yo sinceramente no, por lo que ahora mismo adquirir un vehículo nuevo o peor aun otro de segunda mano, tiene todos los boletos para que en pocos años sus propulsores, por ejemplo en el coche eléctrico sus niveles de batería las velocidades de recarga, se queden obsoletos.
Por ello cada vez está cobrando mayor fuerza la fórmula del renting o leasing, Estas cifras vienen avaladas por las estadísticas que maneja la Asociación Española de Renting. En el 2019, el último año de "Vieja Normalidad" subió un 2 por ciento respecto al 2017 situándose ya en un 20 por ciento del total de vehículos matriculados en nuestro país. Tal vez ese aumento del renting tenga algo que ver la aparición de nuevas plataformas o buscadores online donde poder encontrar interesantes ofertas con toda garantía y comodidad. Otra tendencia que se va observando es que cada vez más, son particulares o familias quienes optan por esta modalidad de renting, tanto para sus desplazamientos laborales como para un uso lúdíco. En definitiva el renting de vehículos entre otras muchas ventajas, como desentenderse de su mantenimiento, nos ofrece la posibilidad de cambiar de coche cada dos o cinco años y garantizar así en todo lugar y momento nuestra movilidad independientemente de próximas limitaciones medioambientales.
Obviamente es todo un cambio de paradigma. Yo vengo dos o tres casilleros por detrás, aún hoy me cuesta aceptar la compra de un vehículo a pagar en cuotas mientras lo manejas, pagas la última cuota y ahí lo tienes, un auto que ya tiene al menos un par de años. Aceptaría el renting pero debería hacer un cálculo muy cuidadoso de costos, tiempos y beneficios, comparando con una compra tradicional. Por el momento, mi respuesta es "ni".
Un amigo me pregunto que que coche me compraría: le conteste que aunque pudiera no sabría, en estos momentos de reajuste e incertidumbre económica, sanitaria, financiera, social..... alquilar puede ser una buena opción para salir del paso.
Para un particular puede ser interesante, pero me da "rabia" pagar por algo que en unos años hay que devolver. Eso sí, en empresas es ideal. Sobre todo en el transporte público, ya no se compran camiones apenas por ejemplo.
Tengo amigo que es comercial, al acabar el contrato la empresa de renting le dio la opción de devolverlo o quedárselo pagando el valor residual y estaba tan contento con su Seat que ahora es su vehículo personal, pues solo lo había llevado él y conocía el estado de mantenimiento al dedillo.
Es cierto que el sector automovilístico está en pleno cambio y que cada vez más los coches están dejando de ser bienes materiales para convertirse en servicios. Supongo que pasa un poco como con las películas, quién nos iba a decir hace 20 años que dejaríamos de comprarlas para pagar por plataformas en la que podemos "verlas" pero no "tenerlas".
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Obviamente es todo un cambio de paradigma. Yo vengo dos o tres casilleros por detrás, aún hoy me cuesta aceptar la compra de un vehículo a pagar en cuotas mientras lo manejas, pagas la última cuota y ahí lo tienes, un auto que ya tiene al menos un par de años.
ResponderEliminarAceptaría el renting pero debería hacer un cálculo muy cuidadoso de costos, tiempos y beneficios, comparando con una compra tradicional.
Por el momento, mi respuesta es "ni".
Un amigo me pregunto que que coche me compraría: le conteste que aunque pudiera no sabría, en estos momentos de reajuste e incertidumbre económica, sanitaria, financiera, social..... alquilar puede ser una buena opción para salir del paso.
EliminarUn saludo.
Para un particular puede ser interesante, pero me da "rabia" pagar por algo que en unos años hay que devolver. Eso sí, en empresas es ideal. Sobre todo en el transporte público, ya no se compran camiones apenas por ejemplo.
ResponderEliminarSaludos!
Tengo amigo que es comercial, al acabar el contrato la empresa de renting le dio la opción de devolverlo o quedárselo pagando el valor residual y estaba tan contento con su Seat que ahora es su vehículo personal, pues solo lo había llevado él y conocía el estado de mantenimiento al dedillo.
EliminarAbrazos!!
Es cierto que el sector automovilístico está en pleno cambio y que cada vez más los coches están dejando de ser bienes materiales para convertirse en servicios. Supongo que pasa un poco como con las películas, quién nos iba a decir hace 20 años que dejaríamos de comprarlas para pagar por plataformas en la que podemos "verlas" pero no "tenerlas".
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