A pesar de que su nombre no le sonará demasiado, seguro que ha visto alguna de sus tomas en blanco y negro sobre los protagonistas de época dorada de la F1, como la de James Hunt y sus inseparables cigarrillos sentado con su linda acompañante en su McLaren con una cerveza en la mano.
Richard Kelley comenzó su carrera de fotógrafo en el GP de EE.UU en Watkins Glenn tan solo un año después de comprarse su primera cámara y todavia siendo menor de edad. Desde 1972 hasta 1984 se convirtió en un asiduo de los pits lane, pero como el mismo recalca utilizando la técnica de "la mosca en la pared", estando siempre allí donde pasaba la acción pero pasando totalmente desapercibido para los protagonistas, al estilo Cartier-Bresson.
Este artista oriundo de Indiana utilizó siempre el retrato en blanco y negro porque reconoce su influencia por el cine de los años 30,40 y 50. Decidió encaminar sus pasos hacia el Gran Circo de la F1 cuando leyó un reportaje de Rob Walker sobre el gran premio de la Gran Bretaña de 1971.
Kelley se ganó la confianza de pilotos como Francois Cevert, Gilles Villeneuve, Peter Revson o Patrick Tambay, estableciendo un ambiente de naturalidad con bromas y comentarios jocosos recíprocos, en cambio no habla tan bien de sus colegas de oficio, los cuales contrariamente a los pilotos parecían haberse desentendido de la camaradería.
Kelley usaba sus propios trucos tras las cámaras y su táctica era disparar lejos de otros fotógrafos, o aprovechar cuando estos recargaban los carretes y sobre todo la de ser completamente invisible sin influir en su objetivo. Tal vez su principal logro haya sido captar la condición humana de estos pilotos, a menudo considerados por la prensa casi como estrellas del rock, de conducta osada y desenfadada, pero en la intimidad de los pits, si observabas sus rostros de cerca como solía hacer Kelley, también mostraban sus emociones. Ellos también sufrían de agotamiento, tedio, frio, dolor o frustración, en un mundo brutalmente hipercompetitivo e imprevisible donde cada error podía ser el último.
Como dicen; detrás de una gran foto siempre hay una gran historia. En Kelley recae el lúgubre honor de tomar la ultima foto con vida de Francois Cevert, en donde el francés entre Jackie Stewart y Dereck Gardner parece ver en la lejanía algo siniestro y amenazador que le rondaba, y nadie más en su entorno parecía apreciar, nadie excepto Kelley detrás de un objetivo Nikon. El piloto de Tyrrell minutos después se puso el casco y partió, pero nunca regresó a boxes.
A continuación os dejo algunas de sus tomas, algunas de las cuales el autor ha titulado, y si queréis saber más sobre su trabajo os dejo un par de enlaces muy recomendables:
https://www.richardkelleyf1.com/blogs/news/my-perspective
FRESCO
KEKE ROSBERG
HERMANOS
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