Un trabajo en Italia es una obra maestra del cine de policías y ladrones. Fue dirigida en 1969 por Peter Collinson y protagonizada por Michael Caine, también en el amplio elenco de actores encontramos al cómico Benny Hill.
Son muchos los factores que han convertido esta película en un film de culto, un argumento simple pero trepidante, unas bonitas localizaciones, canciones pegadizas creadas por el genial Quincy Jones, automóviles icónicos y unas inventivas persecuciones obra de Remmy Julienne.
Son muchos los factores que han convertido esta película en un film de culto, un argumento simple pero trepidante, unas bonitas localizaciones, canciones pegadizas creadas por el genial Quincy Jones, automóviles icónicos y unas inventivas persecuciones obra de Remmy Julienne.
No obstante todo el mundo identifica dicho film con los carismáticos Minis. Curiosamente cabe reseñar que BMC, su constructora a pesar de la publicidad que iba a suponerles, fue bastante tacaña a la hora de suministrar unidades para el rodaje, tal vez previendo su destrucción. En 1992, la marca británica al sacar la Italian Job Limited Edition, supieron reconocer la enorme repercusión comercial de la cinta.
Una de las escenas más aclamadas de la película fue la final, ¡ojo spoiler!, donde los tres ágiles Minis rojo, blanco y azul (los colores de la Union Jack) escapan de los Alfas Romeos Giulias y las Moto Guzzi Falcone de los torpes carabinieri.
Rodada en Turín, los habilidosos cascadeurs siembran el terror de los comensales de las galerías comerciales de la Via Roma, bajan escaleras de la iglesia Gran Madre de Dio, se encaraman al tejado del Pallazzo a Vela, ruedan por la pista de pruebas Fiat de Lingotto y subiendo a un Bedford Val en marcha logran despistar a sus perseguidores. La secuencia está amenizada por el pegadizo tema "The Self Preservation Society".
Rodada en Turín, los habilidosos cascadeurs siembran el terror de los comensales de las galerías comerciales de la Via Roma, bajan escaleras de la iglesia Gran Madre de Dio, se encaraman al tejado del Pallazzo a Vela, ruedan por la pista de pruebas Fiat de Lingotto y subiendo a un Bedford Val en marcha logran despistar a sus perseguidores. La secuencia está amenizada por el pegadizo tema "The Self Preservation Society".