Aunque ya he escrito por separado de alguno de los protagonistas de este post, en esta ocasión los voy a reunir pues todos ellos tienen algo en común.
Son los Santos Griales de la automoción, autenticas piezas legendarias, reliquias que un buen día desaparecieron de la faz de la tierra y de las que nunca se ha vuelto a saber nada, excepto rumores, conjeturas y especulaciones.
Pero queridos amigos, si algún día aparecieran y se pusieran en subasta estoy seguro batirían todos los récords habidos y por haber, tal es su incalculable valor, en ocasiones debido a sus rocambolescas historias, o a sus ilustres propietarios.
EL COCHE NEGRO
Ettore Bugatti desde la muerte de su hijo el 11 de Agosto de 1939 no volvió a ser el mismo. La Segunda Guerra Mundial paralizó sus actividades y escondió sus autos para que no cayeran en las ávidas manos Nazis. Dicen su último viaje fue en 1947 para visitar la recta de Entzheim donde perdió la vida su hijo Jean, intentando evitar la colisión con un ciclista ebrio que pedaleaba sin luces.
La leyenda reza que un coupé 57 SC Atlantic alias Le Voiture Noire propiedad personal de Jean fue tan bien escondido que a día de hoy todavía no ha aparecido, ¡ Es el unicornio de los automóviles!, de hacerlo su precio en subasta podría alcanzar más de cien millones.
Como todo lo que hizo Ettore durante su vida lo hizo a conciencia; al parecer era el mejor, no solamente fabricando coches o trenes si no también escondiéndolos.
El Bugatti Chasis nº 57453 no genera sino dudas de todo tipo; estará en Francia, en Alemania?, ¿en un garaje privado en perfectas condiciones o en una mina de sal pudriendose? ¿alguien conoce su paradero y lo calla?, ¿por qué motivo? ¿en caso de aparecer se podría restaurar o se cotizaría mejor en estado de abandono?.
La conexión soviética podría ser otro posible destino final para la novela del Bugatti Aerolithe desaparecido, ese era su primer nombre, pero Jean le cambió por Atlantic en honor a un piloto amigo suyo que cruzó ese océano.
LA REINA DE LA CARRETERA
Los postreros años de Andre Citroën, fueron los primeros para el 22CV. Este auto fantástico era la última bala en la recámara de un hombre contra las cuerdas.
Los coches al otro lado de los Pirineos tienen genero ortográfico femenino, y el 22 CV estaba destinado a ser su reina. Era el proyecto más ambicioso de la historia de la marca del doble chevron. Iba a convertirse en el automóvil más rápido y seguro de la producción mundial, capaz de circular a 140 km/h, diez por encima de muchos de sus competidores.
Portaba un V8 de válvulas en cabeza, basado en la unión de dos bloques motores del Traction 11, (11x2=22).
En su primera aparición pública el Salón de París de 1934, Citroën lleva un descapotable rojo, un sedán, y una limusina. Rápidamente se convierten en las estrellas del salón.
Exteriormente el modelo se distinguía de sus hermanos de gama por sus faros encastrados en la carrocería, solución innovadora en aquel momento, (algunos dicen que los W210 Mercedes-Benz se inspiraron en ellos) por sus defensas delanteras y traseras dobles, y por su parrilla donde figura un 8. Su elegancia y un estilo admirable eran fruto de las manos de todo un artista y escultor como fue Flaminio Bertoni.
Estaba previsto construir en serie un cupé, un cabrio, un sedán y una limusina de 7 a 9 plazas. No hubo tiempo, en Diciembre un acreedor presenta una demanda por impago ante los juzgados de París, y Citroën se declara en liquidación, se pierden 8.000 puestos de trabajo, y Edouard Michelin se hace con el control de la empresa. André es apartado y muere a causa de un cáncer de estómago pocos meses después, en la ruina absoluta. Los nuevos propietarios establecen un plan de austeridad, y no cuentan para nada con desarrollar el majestuoso 22Cv.
¿Que sucedió con los 20 prototipos construidos? Si hasta ese momento he encontrado documentación bastante homogénea entre sí, a partir de este momento todo son especulaciones, y es difícil de decantarse por alguna versión. Unos hablan de 20, otros de 22 prototipos, algunos hablan de su destrucción total, otros de su conversión al modelo 11, pero hay gente que sostiene que varios 22 fueron vendidos, e incluso algunos ingenieros de la casa se quedaron con uno. En concreto se tiene la vaga noticia de un 22 cv propiedad de un ingeniero de Michelin que viajó hasta Vietnam, pero ya en muy mal estado nunca regresaría.
También he leído que el mismo Pierre Boulanger, gerente en 1948, mandó destruir una unidad. De ser cierto... ¿por qué tanta saña contra un auto de su propia marca?.. parece que pretendían borrar todo indicio suyo, como si de un estigma se tratara.
Otro 22Cv fue a parar a un senador llamado LongChambon de Lyon. Este coche fue robado años después de la muerte de dicho político, y por desgracia nunca se volvió a saber de él. Eso da que pensar y genera muchas preguntas ¿sus ladrones sabían del enorme valor que podía alcanzar el auto y lo revendieron a algún coleccionista, o simplemente lo abandonaron por ahí después de sus fechorías para no incriminarse?. Sea como fuere años después apareció un soporte de faro que recuperó un coleccionista de Lyon, pero fue otra pista falsa, en realidad provenía de un cabrio 7 transformado con un par de aletas del 22.
No obstante el espíritu del 22cv se resiste a morir, y varios de sus fantasmas se aparecen regularmente. Los coleccionistas ávidos de fortuna, fama, y gloria lo persiguen allá donde los rumores aparecen, ya sea en Madagascar, Alsacia, o Suiza. De esta ultima unidad se comentó que era una Limusina de color verde, provinente de la Ex-Union Sovietica que fue rescatada de los Nazis y portada a un museo ruso. Como dice la canción, "Rumore, Rumore", y ni una sola prueba da fé de su existencia. Naturalmente han surgido numerosas réplicas, lamentablemente con un valor tan solo nostálgico.
PEQUEÑO BASTARDO
Ademas de perdido a este coche le podríamos tranquilamente adjetivar de maldito, digno de protagonizar un película de terror o al menos un episodio de Expediente X.
James Dean era un actor y un pilar del Star System de Hollywood de los cincuenta. Con tan solo tres películas a sus espaldas se había convertido en ídolo de jovenci@s. Pero James tenía el vicio de la gasolina y la velocidad arraigado muy dentro de él y fuera de los platós le gustaba acudir a carreras y circuitos. Eran carreras de fin de semana a los que muchos aficionados acudían con su coche, corrían y se volvían conduciendo a casa.
Los Porsche y en concreto el 550 Spyder eran ideales para tal fin. James debido a sus millonarios contratos contaba con algo de infraestructura y en los viajes normalmente se hacía remolcar sus coches por una camioneta. No obstante en su último viaje para cogerle el puntillo y acostumbrarse al ágil y nervioso 550 Spyder, Dean decidió conducirlo personalmente hasta Salinas.
Durante el trayecto Dean fue detenido por exceso de velocidad, pero ni este suceso ni la advertencia por parte de numerosos amigos actores del peligro mortal que suponía la fragilidad y ligereza del 550 en carretera, le pusieron sobre aviso. Como todos sabéis el accidente no fue culpa del actor, sino del descuido de un Ford que envistió a Dean y a su mecánico en un cruce, yendo a chocar frontalmente con un poste. Su acompañante sobrevivió a las fuertes lesiones, pero después de varias tentativas de suicidio acabó sufriendo un accidente de trafico mortal.
Y aquí verdaderamente empieza la historia maldita del auto. George Barris, famoso customizador de coches para cine y TV, quien había personalizado el coche para James Dean, decide hacerse con el vehiculo siniestrado, pero al bajarlo de la grúa se rompen las cuerdas y fractura ambas piernas de un mecánico.
Barris se deshizo de motor, caja de cambios y ruedas vendiéndolas a pilotos de carreras, los cuales tras montarlos en sus coches sufrieron serios accidentes, en uno de los cuales perdió la vida un piloto y otro cayó en coma. Barris todavía no aceptaba la maldición de aquel "Gran Bastardo", cuando unos ladrones sufrieron daños físicos al intentar robarlo.
Pero aun hay más desgracias, tras un misterioso incendio en su garaje Barris pagó a un desguace para que deshicieran de los restos del 550 Spyder, pero durante el trayecto por carretera se cobró una nueva victima, tras ser envestido el camión que lo transportaba por otro vehículo. Un conductor falleció al quedar sepultado bajo los restos de Little Bastard.
A partir de ahí las fuentes se contradicen, y los relatos se vuelven confusos. El dueño del desguace sostuvo siempre que el coche del rubio actor nunca le llegó, mientras por otra parte Barris afirmaba que tampoco le fue devuelto jamás, y ahí se le pierde la pista definitivamente.
En efecto se ha registrado el hallazgo de piezas sueltas, por lo que es probable que finalmente fuera desguazado. Pero desde que un loco hiciera una oferta de un millón de dolares para todo aquel que tuviera información sobre su destino final, no cesan de resurgir locas teorías como la que afirma que los restos permanecen a salvo en una caja en el sótano de un museo de Illinois, pero dado su siniestra trayectoria nadie se atreve a devolverlos a la luz.
DAMA AZUL
Dean no fue la única estrella encarnación de la mística americana que vivió deprisa y dejó un bonito cadáver....y también un misterioso coche perdido.
Jim Morrison al igual que el actor, ademas de triunfar joven, y convertirse en mito perseguido por la muerte nos ha legado su auto perdido y nunca encontrado.
Se trataba de un Shelby GT500 de 1969, pintado con el poético color Night Mist Blue (azul niebla nocturna) por ello el músico lo rebautizó con el cariñoso apodo de Blue Lady (Dama Azul).
En relidad fue un regalo de su compañía discográfica Elektra Records, por sus elevados volúmenes de ventas de discos.
Numerosas anécdotas apuntan al abrupto final de su relación con aquella Dama Azul. Algunas fuentes aluden a un accidente, una noche de viernes Morrison sufrió un choque contra un poste de teléfonos o eléctrico en Sunset Boulevard.
Las prioridades de una Rock Star no son las mismas que las de un mortal común y tras bajarse del Shelby para inspeccionar los daños, el siempre perjudicado Poeta del Rock, prosiguió su marcha a pie hacia su destino; el famoso club Whiskey a Go Go de Los Ángeles. A su regreso el coche había desaparecido.
También he leído que durante una de sus giras lo dejó largo tiempo aparcado en el aeropuerto de L.A. sin abonar las tasas y cuando fue a por el coche este ya había sido subastado.
Un periodista afirmó haber contactado con una mujer de Phoenix quien pretendía haber adquirido el Shelby de una estrella del Rock, pero eludía hablar en profundidad del asunto.... ¿una mitomana posesiva que lo quería solo para sus ojos?. ¿otra pista falsa, y en realidad la Dama Azul se ha perdido para siempre?.
Quien sabe, por fortuna siempre nos quedará la música de los Doors, ¡y otros Shelby por descontado...
Un periodista afirmó haber contactado con una mujer de Phoenix quien pretendía haber adquirido el Shelby de una estrella del Rock, pero eludía hablar en profundidad del asunto.... ¿una mitomana posesiva que lo quería solo para sus ojos?. ¿otra pista falsa, y en realidad la Dama Azul se ha perdido para siempre?.
Quien sabe, por fortuna siempre nos quedará la música de los Doors, ¡y otros Shelby por descontado...
NECESITO UN DODGE!
Strummer, guitarrista y líder de la banda punk por excelencia tuvo una etapa española, cansado ya de los vaivenes y excesos de los Clash, para ello escogió viajar a su amada Andalucía, en donde realizó colaboraciones con numerosos artistas locales como 091.
Al parecer el propio Santiago Auseron amigo de Strummer fue quien le prestó el dinero para adquirir de segunda mano un Dart 3700 GT plateado, matrícula de Oviedo.
Estando en Madrid, el punki recibió una llamada de su mujer diciéndole que acababa de dar a luz su hijo, Joe salió pitando hacia su país. Años después en una entrevista telefónica gritaba desgarrado que añoraba su Dodge español y ofrecía una recompensa a quien lo encontrara. La única pista que ofrecía el músico era que lo dejó aparcado en un céntrico parking de la capital española. Joe se lamentaba de haber regresado nada menos que siete veces para intentar recuperarlo sin éxito. Posiblemente el coche esté actualmente tapado por una manta en algún parking de La Castellana. La anécdota sirvió de excusa para realizar un documental titulado "I Need a Dodge" sobre las andanzas de Strummer en nuestro país.
RENAULT TYPE CB COUPE DE VILLE
Además de Kate Winslet y Leonardo di Caprio este coche es uno de los protas del film Titanic (lógicamente una recreación).
En contra de la imagen de la película donde es izado sin demasiada protección, en realidad el autentico se preservó en un embalaje de madera cerrado y cargado cuidadosamente en las bodegas del transatlantico.
Actualmente estudios de los restos sumergidos afirman que es una zona que no ha sufrido serios desperfectos y reposa sobre el lecho marino. Por lo que sería factible acceder a ella y recuperar el automóvil, a tal profundidad la empresa resultaría osada pero la recompensa también podría ser muy elevada.
Actualmente estudios de los restos sumergidos afirman que es una zona que no ha sufrido serios desperfectos y reposa sobre el lecho marino. Por lo que sería factible acceder a ella y recuperar el automóvil, a tal profundidad la empresa resultaría osada pero la recompensa también podría ser muy elevada.
Por ello muchos pensareis que este coche reposará para siempre en el fondo del Océano Atlantico, poco menos que en estado de descomposición. Sin embargo, sobre su propietario William E. Carter planean serias dudas sobre su honestidad, a pesar de que logró convencer a la compañía de seguros de la naviera y cobrar una jugosa indemización por su perdida. En el parte de reclamación se demandó al capitán del Titanic literalmente por chocar su coche contra un Iceberg (probablemente el parte de accidente más bizarro de toda la historia).
Por tanto existen serios rumores sobre el triste destino fatal del Renault. Al estar la caja cerrada, bien podría ser que no embarcara jamás en el Titanic y su propietario, (quien si sobrevivió al desastre), hubiera embaucado a la aseguradora inflando sus pertenencias a bordo.
Por tanto existen serios rumores sobre el triste destino fatal del Renault. Al estar la caja cerrada, bien podría ser que no embarcara jamás en el Titanic y su propietario, (quien si sobrevivió al desastre), hubiera embaucado a la aseguradora inflando sus pertenencias a bordo.
OLDSMOBILE GOLDEN ROCKET
Todos ya habreis oído hablar o visto fotos del Cohete Dorado presentado por la GM en el Motorama de 1956. Pero seguramente deconocereís su enigmática desaparición.
Esta hermosura de la época aeroespacial a medio camino entre la ciencia-ficción intergaláctica y la navegación subacuatica, viajó por varios salones del automóvil despertando admiración a su paso.
Pero su estrellato fue fugaz, una vez fuera de las exhibiciones, los de GM tenían la fea costumbre de hacer desaparecer sus concepts para evitar que cayeran en manos de terceros y evitar casos de espionaje industrial y también problemas de responsabilidad.
Sin embargo en este caso no consta en ningún documento de la compañía que esta belleza fuera aplastada, en cambio existe una prueba fotográfica de la pervivencia del Golden Rocket en 1962, y los rumores lo situaban en algún garaje privado de New Jersey, mientras otros expertos afirman que los coches de exhibición de GM nunca volverán a aparecer.
Esta hermosura de la época aeroespacial a medio camino entre la ciencia-ficción intergaláctica y la navegación subacuatica, viajó por varios salones del automóvil despertando admiración a su paso.
Sin embargo en este caso no consta en ningún documento de la compañía que esta belleza fuera aplastada, en cambio existe una prueba fotográfica de la pervivencia del Golden Rocket en 1962, y los rumores lo situaban en algún garaje privado de New Jersey, mientras otros expertos afirman que los coches de exhibición de GM nunca volverán a aparecer.
TOYOTA CELICA STAR WARS
Seguimos con cohetes espaciales. ¿En que galaxia perdida se halla esta pieza de marketing lanzada en 1977? Tal vez haya ido a parar a un agujero negro del que ni la poderosa fuerza Jedi podrá recuperar jamas.
Consistía en el premio gordo de un sorteo promocional para el lanzamiento del Episodio IV, Una Nueva Esperanza. Fue un encargo de la 20Th Century Fox a la empresa Delphi Auto Design, (la cual por cierto quebró poco después envuelta en turbios asuntos).
Este one single car era (o es) un Toyota Celica Liftback con un kit de carrocería similar a las Pace Car Edition y fue aerografiado con motivos y personajes de la película y fotografiado junto al temible Darth Vader y los simpáticos robots C3PO y R2D2.
El coche fue entregado al ganador del sorteo a principios de 1978, quien a su vez lo puso en venta a finales de los años 80 por el módico precio de 1000$. A partir de ahí su pista se pierde.
Muchos ávidos coleccionistas de merchandising de la Guerra de las Galaxias dispuestos a desembolsar un pastizal se ufanan por encontrarlo pero por desgracia hace mucho, mucho tiempo su rastro se pierde por galaxias muy muy lejanas.....