De nuevo aprovechamos la excusa de rodar el viejo Golf para irnos de viaje a conocer la geografía de la zona norte del país, a conocer sus carreteras encantadoras que nos llevan a lugares mágicos llenos de historia, leyendas, tradiciones y monumentos.
En esta ocasión viajamos a Navarra, o mejor dicho como nos desplazamos también en el tiempo deberíamos decir El Reino de Navarra, vamos a 1300 metros de altura, a un santuario ubicado en las cimas de la Sierra de Aralar, parque natural desde los años noventa.
Para ello en la N-1, tomamos la segunda salida de Tolosa y nos dirigimos por la GI-2135 en dirección a Lizarza. Es una de esas encantadoras carreteritas que conectan el Pais Vasco con Navarra, a la vera de un río y con frondosa vegetación por todas partes atravesando valles y pueblitos. Tras superar el puerto de Azpiroz recalamos en Lekunberri, desde donde parte la carreterita que nos llevara hasta las cumbres. El ultimo núcleo rural que encontramos se llama Baraíbar. Después las únicas poblaciones que hallaremos son las de caballos salvajes que pastan libres por las campas.
La carretera termina en justo en la puerta del Santuario de San Miguel de Aralar In Excelsis. Este ultimo termino en latín significa "En lugares Altos". Saliendo del coche comprendemos su significado pues estamos casi tocando unas nubes que se mueven a gran velocidad por culpa de un fuerte vendaval. Más tarde comprendemos la importancia del viento en este lugar legendario.
Lugar de culto desde tiempo inmemorial, mucho antes de la construcción del templo románico, pues aquí los pastores vascones veneraban y realizaban sus cultos a la tierra. Etimológicamente podría traducirse de los términos Ara en latín significa altar y Larre o Lurra en idioma Euskera podríamos traducir como tierra, Aralar vendría a ser algo así como el altar en la tierra.
El Santuario de estilo románico esta referenciado en el siglo XI, pero se sabe que hubo uno anterior del siglo VIII, aproximadamente entre el 707 y 714.
La leyenda de su nacimiento relata que el caballero Teodosio Goñi, después de la guerra, vuelve a su casa de noche y buscando a su consorte entra en su habitación y se encuentra a una pareja en su cama, temiéndose lo peor y ofuscado por la rabia y los celos desenvaina su espada y acaba con la vida de la pareja.
Al oír el barullo entra su mujer en la habitación y Teodosio Goñi sorprendido levanta las mantas del lecho encontrándose el cuerpo sin vida de sus padres que habían venido a pasar una temporada con su nuera, y esta les había cedido gentilmente su dormitorio.
El caballero desconsolado por su doble parricidio se dirige a Roma para expiar su pecado, es recibido por el Papa, quien le impuso la penitencia de portar unas cadenas y no regresar jamás a su hogar. Teodosio se quedo vagando en estos lares y un buen día se topa con un dragón. Antes de enfrentarse a él se encomienda al Arcángel San Miguel y con su ayuda logra vencer al dragón, recluyéndolo a una sima de la montaña. Después de esta hazaña es liberado de las cadenas y es redimido de su penitencia.
Puede parecer algo fantasioso pero detrás de estas leyendas se justifica la victoria de la cristianismo frente al Dragón o la Serpiente símbolos del conocimiento ancestral y los ritos paganos que son desterrados y relegados a las profundidades de la tierra.
En el lugar del del desafío el Caballero Goñi y su mujer Constanza de Butrón erigen un templo. El templo original del siglo VIII era mucho más pequeño que el actual. En el siglo X se derribaría para construir otro templo fortificado que sería destruido por los musulmanes. El santuario definitivo que podemos ver actualmente fue reconstruido en el siglo XII. adosado al templo existe un hospedaje.
Una escalinata conduce a la entrada del Santuario, sonde podemos ver una campana pues el templo carece de campanario. Accedemos a la iglesia por un Nártex. Puede parecer un pasillo perpendicular al interior, pero si indagamos veremos que es algo más. En la edad media no se bautizaba al poco de nacer como hoy en día, sino que la poblacion se bautizaban de adultos y no podían entrar en misa, y era en estas estancias donde recibían la catequesis.
Entramos al santuario y vemos una pequeña capilla de donde cuelgan las legendarias cadenas del caballero. Se les atribuye poderes milagrosos. El ritual consiste en pasar tres veces por debajo de las cadenas.
La capilla es el corazón de la iglesia y está erigida en el lugar preciso encima donde Teodosio Goñi lanzó al dragón al interior de una sima. Dentro de la capilla hay un orificio que da a una cueva subterránea, donde se dice que si se presta atención, se oyen los rugidos del dragón todavía vivito y coleando. La imaginación del viajero y el viento que se cuela por el hueco pueden llegar a hacer realidad la leyenda.
Otra de las joyas artísticas del lugar es el retablo ubicado en la capilla mayor. Está considerado una de las obras de esmaltería medieval más importante del mundo, junto con la Pala de Oro veneciana. Este retablo fue hecho a base de piedras semipreciosas. Es un precioso retablo de 1177, compuesto por treinta y siete laminas de metal dorado, llamados esmaltes de Limoges, que representa la Virgen María rodeada por los doce apóstoles. Esta obra originariamente era un frontal situado en la catedral de Pamplona, fue trasladada a San Miguel en 1765 y fue robada en 1979 por el conocido ladrón de arte conocido Erik El Belga.
El santuario está enclavado en la cima de una montaña, pero a su alrededor todavía encontramos picos más altos, el monte Artxueta con 1348 mtrs. aloja un complejo con unas antenas.
Otro lugar imprescindible es el mirador de Huarte Arakil.
Se parte arte del parking de autocares, y se remonta un camino entre grandes rocas que parecen el espinazo de un dragón, pues a nuestra manera también vencemos a la bestia como hizo San Miguel, superando el miedo al abismo de los precipicios circundantes.
Un potente viento y el terreno abrupto no lo ponen fácil pero las vistas de la Sierra de Aralar, de Andia y del Valle de la Sakana merecen la pena.
Finalmente llegamos al mirador se trata de un simple banco de piedra tallado en la roca, es un lugar mágico que por si solo justifica la excursión. Es uno de esos lugares únicos que te hacen preguntarte si de verdad quieres volver....