lunes, 26 de abril de 2021

BMW M1 PROCAR BASF

 



Si creciste en los años ochenta (como es mi caso),  sabrás que uno de los artículos que no podían faltar en la habitación de cualquier adolescente era un radiocassette, mejor si era de doble pletina,  y un arsenal de cintas de casette para grabar tus canciones favoritas de la radio,  o ya era la leche si un compañero de clase te dejaba una original para copiar. Luego bajabas a la papelería de la esquina para fotocopiar la portada y listo!

De hecho en unos tiempos en que el vinilo era el rey, las cintas de cassettes se inventaron para escuchar música en el coche. Por ello entonces era muy común en las gasolineras de carretera,  encontrar gigantescos aparadores cilíndricos repletos de cassettes,  ya fuera de chistes o de todo estilo musical para amenizar los largos trayectos de las familias embutidas en diminutos Seat 127 o Ford Fiestas, pues  entonces se aplicaba el dicho de que el roce hace el cariño. 

Por no hablar de los aparatos reproductores grabadores de VHS. Hoy en día a las generaciones nacidas y criadas en formatos digitales, con todo el contenido disponible online,  les puede parecer ridículo que en aquellos años del auge de las cintas de video hubiera verdaderas broncas en casa por adueñarse del mando del grabador y darle al REC, eso si tragándote todos los anuncios de la noche (por algo inventaron el FF). 

Pues viendo aquel panaroma, no era de extrañar que la creadora de la cinta magnética en 1928, la Badische Anilin-und Soda Fabrik fuera una de las cinco empresas más rentables del mundo y su fábrica de Renania-Palatinado fuera el complejo químico mas grande el mundo con un recinto de 10 Kms cuadrados.





Concebido inicialmente para hacer frente a la supremacía Porsche en los circuitos, la historia del desarrollo y homologación del M1 estuvo lleno de retrasos y cuando tuvieron los 400 ejemplares necesarios,  los bávaros se encontraron con cambios de reglamentación del Gr.4 y sin ninguna categoría donde poder competir. 

Pero ni cortos ni perezosos decidieron crear su propio campeonato. El padre de la criatura;  Jochen Neerpasch en 1979 le planteó la idea de una serie monomarca a Ecclestone y Mosley,  telonera de las carreras de F1 para caldear las gradas y los ánimos de los pilotos antes de los Grandes Premios. 
Así nació la M1 Procar (ganada en 1979 por Lauda y en 1980 por Piquet), donde los pilotos veían una oportunidad de demostrar su valía al correr con la misma máquina. Los 5 mejores pilotos de cada GP de F1 eran invitados a correr en el evento y el resto de la parrila se rellenaba con equipos privados.

El BMW M1 con chasis Dallara era un excelente punto de partida para un auto de competicion, con el motor "Roche" seis en línea y 3.5 ltrs en posición central con sus 470 cvs produciendo un sonido brutal y unos tubos de escapes que soltaban inmensas llamaradas en las retenciones. El espectacular conjunto lo remataba un gigantesco alerón trasero de descomunal tamaño.


Aquí es cuando se juntan los dos protagonistas de esta entrada. La Basf que ya había visto las posibilidades artísticas del M1 pintado a brochazos por Andy Warhol , se fijó en el diseño en cuña, obra de Giugiaro casi tan cuadrado y plano como una cinta,  y le añadió esas ondas magnéticas blancas sobre fondo rojo propias de su logotipo,  y entonces se creó una de las decoraciones pop mas icónicas del mundo del motor. 

El número 80 del Team GS Sport era conducido inicialmente por Hans Georg Burger y luego por Hans Joachim Stuck,  después de que aquel muriera en un trágico accidente de F2



Terminada la Serie Procar, los M1 se utilizaron por equipos privados como Sauber para correr en el DRM o en carreras de resistencia como las 24 horas de Le Mans. Por desgracia para sus pilotos el coche era bonito y rápido, pero no demasiado fiable y frecuentemente debía aparcar en el verde antes de hora.

Posteriormente el M1 paso a competir en el Gr.5 con un motor turboalimentado de 850 cvs. Pero para mi gusto,  bajo la silueta del Gr.5 perdió algo del encanto de sus formas originales.



Como colofón os dejo un documento gráfico que no tiene desperdicio;  la  carrera de M1 Procar de 1980 en Mónaco




sábado, 17 de abril de 2021

STREET LEGAL RACE CAR

 

En este post Zona Rápida hace honor a su nombre y se vuelve más rápida que nunca. 

Ya sabéis que una de mis debilidades son los stradale o a las versiones street legal race car,  es decir coches prácticamente de competición con licencia para circular por la calle, esta vez vamos a hacer una entrega dedicada  a coches de circuito. 

Estos coches de carreras recuperan el antiguo espíritu de los gentlemen drivers que sacaban el viernes su coche del garaje, cargaban donde podían mono y casco,  y se dirigían a bordo a las carreras muchas veces a miles de kilómetros de distancia. Y claro (si todo iba bien) volvían a casa con la doble satisfacción de las vueltas realizadas en circuito y los kilómetros recorridos por carretera abierta al trafico.

Debemos tener en cuenta que a pesar de tratarse de automóviles matriculables (en algunos paises) solamente le sacaremos el máximo partido en circuito.

A la hora de hacer esta recopilación de maquinas radicales hemos obviado las marcas que todos conocemos, Ferrari, McLaren, Porsche, etc.. y sus creaciones mas cercanas a superdeportivos hipertecnológicos,  que aun siendo una propuesta en pista demoledora,  muchas veces tienen un coste de adquisición y de mantenimiento superior y también se alejan de las sensaciones puramente racing en favor de un mayor compromiso en comodidad, seguridad, equipamiento, lujo,  diseño, etc..

Ajustaros los arneses, poneos el casco y arrancamos motores por orden alfabético...

ARIEL ATOM

ASCARI KZ1

BAC MONO

CAPARO T1

CATERHAM SEVEN SUPER SPORTS


DALLARA STRADALE


Donkervoort D8 RS


FORD ECOBOOST STREET LEGAL RACE CAR 


KTM X-BOW


LOTUS 3-ELEVEN


LOTUS ELISE CUP S R

LOTUS EXIGE LF1

MORGAN THREE WHEELER

POLARIS SLINGSHOT

PRAGA R1

RADICAL SR3


RENAULT SPORT SPIDER


STEALTH B6

TRAMONTANA R

ULTIMA EVOLUTION

VUHL 05RRR


VERITAS RS III


WESTFIELD XTR2


ZENOS E10 R


jueves, 8 de abril de 2021

PORSCHE 924/944 GTP

 



El Dr. Porsche pronunció aquella mítica frase "la competición mejora la raza". Y no podemos hallar mejor ejemplo de esta máxima que en las 24 horas de Le Mans.  Competición dura donde las halla, tanto para pilotos como para sus máquinas,  pero estos se van relevando mientras el coche debe resistir el paso del tiempo y de los kilómetros a ritmos altísimos. 

Porsche en 1981 pretendía sustituir al 924, (aunque este finalmente continuó en producción hasta 1988),  y en 1982 vería la luz el 944. Para testarlo y también porque no decirlo "generar hype", como diríamos hoy en día,  se inscribieron dos unidades del 944 en la categoría GTP, creada por la ACO a mediados de los años 70. En aquellos años fruto de la crisis del petróleo se fomentaba la reducción del consumo en competición y en aquella categoría los autos disponían para toda la carrera de tan solo 5 repostajes con un deposito limitado a 100 ltrs,  con ello se pretendía que los autos con motor más pequeño rivalizaran con coches de propulsores más grandes. La IMSA norteamericana adoptó las mismas reglas y algunos constructores como Porsche vieron la oportunidad de inscribir su coche. 

En concreto en 1980 a las 24 horas LM,  fueron tres unidades de 924 pertenecientes a tres equipos, uno inglés, otro americano y un tercero alemán. Cada uno portaba la bandera de su país.  Dron y Rouse terminaron en la 12 posición de la general

Para 1981 se preparó la unidad de chasis 924-0025,  a la que se le incorporó un kit aerodinámico nada sutilmente ensanchado,  capaz de albergar ruedas y frenos más grandes y un eje transaxle reforzado. El capó delantero recibía una toma de aireación tipo NACA y las llantas delanteras eran Turbofan para refrigerar mejor los frenos. Para las carreras perdía los faros pop up.  Aunque brutalmente agresivo debajo de aquel traje de guerra todavía se podan adivinar las formas diseñadas por Harm Lagaay.  

Hans Metzger padre del exitoso TAG Porsche de la F1, preparó el propulsor delantero longitudinal denominado 949, un 2.5 litros con culata de doble árbol de levas equipada con cuatro válvulas por cilindro en la cual se fundió el lema "944 Le Mans" toda una declaración de intenciones. Aquel propulsor recibió el turbocompresor KKK K28, una lubricacion por cárter seco, arboles de equilibrado y un intercooler de aire. El conjunto rendía 410 cvs, unos 165 cvs por litro de cubicaje y prometía surcar las rectas a casi 300 Km/h.


Un segundo chasis fue construido, el 924-0026,  fueron ambos puestos a punto en el circuito de Paul Ricard. Los coches fueron pintados para Le Mans con las bellas y elegantes libreas del patrocinador Hugo Boss y en manos del dúo de pilotos Walter Rhorl y Jurgen Barth ocuparon el séptimo lugar de la clasificación general y el tercero de su clase, y tal vez lo mas remarcable de su experiencia por La Sharte es que fue el coche que perdió menos tiempos en boxes, constituyendo una extraordinaria publicidad para el recién nacido 944.
Estas unidades han sido expuestas en el museo de la marca y fueron vendidas a varios coleccionistas y una de ellas en 2012 fue puesto en subasta en Amelia Island, vendiéndose finalmente por 308.000$