De todos es sabido que los emblemáticos fabricantes británicos o han desaparecido o están ahora en manos de grupos foráneos internacionales. Los Minis, Bentleys y Rolls-Royce tienen ADN germano. Lotus se sostiene con capital asiático, Jaguar y Land Rover fueron comprados por el grupo indio Tata Motors.
Pero estas marcas pueden considerarse afortunadas, y es que el número de fabricantes de coches de las islas que han caído daría para un libro entero. Ello es todavia más flagrante cuando los británicos fueron pioneros de la industria automovilística junto con Francia, U.S.A, Alemania e Italia. Por buscar una comparativa con estos pioneros, actualmente en número de producción de coches el Reino Unido ocupa el decimocuarto lugar del ranking mundial, un lugar por debajo de los franceses pero es que el caso italiano es todavía más penoso, con un vigesimoprimer lugar entre los cincuenta principales países productores de automóviles.
Observamos pues, que algo no se está haciendo bien en el contexto europeo y tan solo Alemania resiste, gracias a tomar la automoción como una cuestión de estado, allí políticos y sindicatos reman conjuntamente para evitar la deslocalización de la industria principalmente hacia destinos asiáticos, con mayores márgenes de producción debido a menores costes sociales y ventajas fiscales.
Pero fijándonos en la industria de la automoción británica vemos una caída imparable desde los años sesenta, cuando eran el tercer fabricante mundial solamente superados por los EE.UU y Alemania. Y no solo eso, pues tenían una producción que abarcaba todos los sectores; coches premium, deportivos, utilitarios, cabriolets, vehículo industrial....
Y ahora os estaréis preguntando....... ¿ cuales fueron los factores que desencadenaron esta ruina?. Como suele pasar no se trata de uno solo, sino que se dio una tormenta perfecta o un caldo podrido donde cada vez iban a parar más ingredientes en mal estado.
De todos es sabido que los británicos son peculiares, muy suyos, tienen sus particulares filias y fobias y el mercado automovilístico no iba a ser una excepción, por ejemplo les gustan los deportivos y si son cabriolets mejor, estamos hablando de un clima norteño donde apenas luce el sol. También sus autos e infraestructuras están adecuadas para circular por el lado contrario a prácticamente el resto del mundo. Y ahora lo hemos visto con su fracasado paso por el mercado europeo desembocando en un decepcionante Brexit. Debido a su situación geográfica son una cultura muy aislacionista. De modo que los británicos renunciaron a importar y a exportar automóviles, produciendo solamente para su mercado interno. Incluso las multinacionales que aterrizaron en UK, como GM (denominada Vauxhall) y Ford hubieron de adaptar sus productos a los gustos de la población británica.
Hasta el declive convivían una gran cantidad de fabricantes casi de garaje, con unas producciones artesanales y obsoletas que si bien ofrecían productos estilosos de calidad no eran suficientemente rentables. Así se entró en un periodo de fusiones y absorciones interminables que afectó a Austin, MG, Morris, Riley, Wolseley, todas ellas pasaron a formar el grupo Nuffield o Morris.
Por otro lado las cosas no le iban mucho mejor a Jaguar-Daimler las cuales fueron a parar al holding BLMC, conocida como Leyland Motors, una compañía de vehículos industriales que ya poseía a Rover y Triumph.
El Grupo Rover resistió un tiempo ofreciendo productos con demanda internacional como los off-road Land/Range, pero igualmente acabó cayendo en el paraguas de BLMC.
Rootes fue otra agrupación todavía más minoritaria que aglutinaba marcas como Talbot, Hillman, Sunbeam, Humber y Singer, sin embargo acabaron sucumbiendo en manos de los fabricantes extranjeros Chrysler y Peugeot.
Durante la década de los 70 las cosas no les fueron mucho mejor, principalmente a causa de la crisis internacional del petróleo y por entonces las fronteras británicas se comenzaron a abrir a las exportaciones de autos japoneses y alemanes, coches más ahorradores, con mucha mejor tecnología y calidad de fabricación que causó un descenso de las ventas nacionales. Entonces el gobierno británico para evitar un desplome de la industria que acabaría con aumento del desempleo tanto en puestos directos como auxiliares, decidió nacionalizar la industria de la automoción. Esa busca de la competitividad perdida fue contraproducente, se fueron produciendo despidos, mayor conflictividad social con frecuentes huelgas, y todo ello desembocó en una alarmante calidad de fabricación y una generalizada manga ancha con los defectos con tal de poner productos en el mercado y cumplir el expediente.
La política industrial se liberalizó, y el gobierno de la Dama de Hierro privatizó un montón de empresas estatales poniendo la puntilla a los pocos fabricantes que quedaban en pie. Las joyas de la corona seguían siendo atractivas para aquellos generalistas que deseaban codearse con la aristocracia britanica y Ford se lanzó a por Jaguar. Aston Martin y Rolls-Royce (quien subsistió muchos años suministrando propulsores a chorro para el Concorde) y Bentley fueron subastadas al mejor postor que resulto ser el todopoderoso grupo VAG. Finalmente con un acuerdo entre germanos se repartieron el botín y Rolls al igual que Mini cayeron en el zurrón de BMW, quien anteriormente se había cansado de perder dinero con los Rover.
Para colmo de males y aquí podemos desaprender la lección, el gobierno inglés dió todo tipo de ayudas a productores foráneos para establecer sus factorías en su suelo y poder burlar los aranceles. Esto esta bien en tiempos de bonanza económica pero todos sabemos lo que pasa cuando vienen mal dadas, ¿verdad Nissan?. Y ya sabéis lo que dicen el refrán...cuando las barbas de tu vecino veas cortar....
Actualmente tan solo McLaren, ironías del destino una marca fundada por un neozelandés, parece gozar de buena salud económica, y es que el mundo del automóvil sino zozobra si parece ir a la deriva y buscar otros caladeros menos profundos y menos agitados que las islas británicas. Vamos hacia un futuro mundo globalizado donde ya no se distinguirá un coche alemán de otro francés o un italiano?.
Y que opináis vosotros? ¿Habéis tenido un coche inglés? ¿Qué recuerdos os dejó?
Trabajé once años en una empresa de autopartes para la industria automotriz. En algún momento se habló de una inyección de capital y salieron a buscar máquinas, nuevas o de segunda mano, y uno de los destinos fue UK.
ResponderEliminarPara una empresa pequeña como la nuestra, este viaje de compras fue todo un acontecimiento, y esperamos a los viajeros con mucha ansiedad. Recuerdo que le pregunté al Gerente de Ingeniería qué habían encontrado, cómo era la industria inglesa y el hombre, casi sin palabras, hizo un gesto de “no va más”. Luego me dijo que las fábricas y equipos que habían ido a ver, eran tanto o más viejas que lo que teníamos nosotros, que una industria totalmente obsoleta, y ya en ese momento me dijo que “están todos muertos”.
Era más o menos 1996.
Luego fui recopilando y aprendiendo sobre la industria inglesa y todo lo que vi fue confirmando lenta pero inexorablemente, la visión del gerente viajero.
Los autos eran hermosos (un glamour indescifrable e irrepetible) pero tenían problemas de calidad, eléctricos, chapa de mala calidad o simplemente mecánicas viejas, obsoletas.
Todo eso era consecuencia (y también causa) de una triste espiral de decadencia, un círculo vicioso que se alimentaba a si mismo, como la víbora que se come su propia cola.
Tristeza.
Recuerdo una anécdota leída del libro de un prestigioso diseñador de coches de F1. Segun él le impresiono el proceso de pintado del logo de las motos Triumph en el deposito de gasolina. Lo dibujaba a mano en una mesa un anciano de mano temblorosa, quien sumergia lentamente el pincel en un bote de pintura, pero en el ultimo momento su mano se calmaba y hacia unos perfectos trazos en el deposito, entonces llamaba a un chaval que le retiraba el deposito pintado y le colocaba otro en la mesa, en un proceso terriblemente ineficiente pero de un resultado muy bello. Una metáfora de la industria británica.
EliminarMuy interesante. Siempre pensé que se habían ido a pique fundamentalmente por la nefasta calidad de sus coches. Solo con leer la historia de British Leyland te das cuenta que aquello era un lío, en dónde los remarcados abundaban y todo para un mismo mercado. MG fue un chasco hasta con BMW de la mano, y lo sigue siendo con los chinos... Mini la hicieron a su manera y funcionó.
ResponderEliminarEs una pena que se haya perdido las joyas de un país con tan buen gusto, con roadster ligeros y medianamente potentes, amén de su elegancia y estilo inconfundible. Mclaren sobrevive, pero creo que también está altamente participada por los jeques. Saludos!
Así fue fundamentalmente, sus fabricas vivieron tiempos convulsos y no se supieron actualizar. Pero hay que recordar que son un pueblo con una gran cultura del motor, muchos programas de TV como Fifth Gear, Top Gear, Joyas sobre ruedas, con muy buena audiencia lo que demuestra un gran interés por el automóvil.
EliminarTambién creo que el mercado de segunda mano funciona allí muy bien y es muy interesante, pues se puede encontrar joyitas por poco dinero, ya que les gusta cambiar de frecuencia de coche.
Actualmente McLaren F1 y MClaren Cars es tan solio parte de un holding empresarial enorme.
Abrazos!!
No tuve nada inglés por que desde los años 70 en adelante eran incomprables por lo malos que eran, ni siquiera los Rover con ADN de Honda salieron muy buenos. Incluso hoy en día los Jaguar o Land Rover quedan de los últimos por satisfacción del propietario (como sale en el último boletin norteamericano de un estudio anual).
ResponderEliminarPero yo admiro a esos tipos, más por tradición que por otra cosa. Sabían hacer coches (ahora ya no lo tengo tan claro, por que hacer cosas exclusivas para minorías no es tan complicado como hacer grandes series). En el mundo muchos países les han comido la tostada y viven de rentas (fama). Y, como bien dices, eran muy "mijitas" y todo lo que les vendas tiene que ser a su medida. Especialitos...
Eso sí, en diseño son unos máquinas. Hicieron de las cosas más bonitas y con más personalidad que se hayan visto nunca en la Historia de la automoción. Para mí, solo les equiparan los italianos.
Saludos!
Había mucho talento a la hora de diseñar coches, en especial de coches deportivos, a poco que indagues en su historia flipas el ingenio que tenían hombres como Alec Issigonis, Colin Chapman, Malcom Sayer, Gordon Murrray, Adrian Newey... pero creo que estaban muy polarizados, o hacían cosas muy elitistas como limousinas o deportivos con interiores llenos de materiales nobles, o por el contrario fabricaban casi con desdén, utilitarios para el gran publico, nunca encontraron el punto medio de calidad y por tanto de rentabilidad. Puede que vaya en carácter como dices comparten con los italianos un espíritu esteticista, eso se refleja en sus autos.
EliminarAbrazos!!
Lo cierto es que lo ocurrido con las marcas inglesas es digno de un estudio muy pormenorizado, aunque resumiendo todo se debe a lo que comentas sobre su peculiar visión que tienen de ellos mismos y del resto del mundo. Creo que se puede decir que al final su ego acabó por engullirles y lo acabaron pagando muy caro. ¿Habrá algún país con igual mayor número de fabricantes que acabaron desapareciendo? Y es una verdadera lástima, porque junto con los italianos, creo que los ingleses supieron hacer los coches más bonitos y elegantes de la historia; vehículos que, emulando a Maquiavelo (si no me equivoco) se podría decir que "me gusta lo refinado y lo culto porque así me parece que el mundo es menos violento"
ResponderEliminarDesgraciadamente, tampoco he tenido la ocasión de conducir un coche genuinamente inglés; lo más parecido fue un MINI ONE D (motor del Toyota Yaris) de la exnovia de un amigo mío en tres ocasiones, y porque ambos iban con una borrachera de mil pares. Eso sí, esta vida no la dejo sin haberme montado en un Aston Martin, aunque sea de exposición.
Saludos;
El tema daría para un libro entero, básicamente creo que les sucedió como a los norteamericanos, que sufrieron una gran crisis automovilistica viendo que sus carreteras se inundaban de autos foráneos mas modernos, económicos, fiables y equipados, aunque sin su personalidad y elegancia.
EliminarParticularmente bebo los vientos por los Jaguar; ... E-Type, y los XJ anterior a la Ford, tampoco le haría ascos a un XKR, luego prepara presupuesto para gasolina y taller.
los Minis actuales poco a poco van perdiendo la esencia original y señas de identidad convirtiéndose en coches más, grandes y con el capot cada vez mas prominente.
Abrazos;)
Buenas noches,
ResponderEliminarHan hecho grandes máquinas, algunas muy bonitas y con un gusto exquisito, pero... la calidad es mala, sobretodo para el precio que pagas y se centraban demasiado en sus gustos.
Sólo hay que mirar la depreciación que tienen, soy de los que tendrían un coche british, si fuesen de renting.
Siempre me encantaron los Bristol, raritos, especiales, con esa única tienda en London.
Ciao.
Y no deja de ser curioso que su F1 de McLaren, de lo más mítico que han hecho, tenga motor alemán.
Hola Jordi,
ResponderEliminarTodavía son recomendables por lo bonitos que son como coches clásicos, mirando que el anterior propietario haya hecho una buena restauración o si no mejor tener conocimientos mecánicos y paciencia para cambiar todo lo que se pueda cambiar.
Los Bristol en especial los cupés tenían una linea muy chula y potentes motores Chrysler, es una de esas marcas de culto, casi artesamos solo para fanáticos.
McLaren ha sabido muy bien importar el conocimiento de las carreras a la calle y seguir el día a día tecnológico, así han resistido vendiendo ya casi solo para jeques árabes y multimillonarios yankees.
Abrazos!