Dicen que quien no conoce la historia está condenado a repetirla.
Ahora estamos sufriendo una brutal inflación del coste de la vida, en especial los conductores y empresas hemos sufrido un alarmante auge del precio de los carburantes. Mientras que por otra parte se nos alerta de las futuras consecuencias de la quema de combustibles fósiles y su incidencia en el calentamiento de la atmosfera que desembocaría en un catastrófico cambio climático.
Pero no hace falta más que echar la vista atrás medio siglo, para ver que esta misma situación ya se dió a principios de la década de los 70. En 1973, de nuevo un conflicto bélico, la guerra de Yom Kipur puso en jaque las reservas de petróleo de aquellos paises que habían apoyado a Israel. Esto afectó especialmente a los Estados Unidos que debido a sus peculiaridades, como una escasa red de transporte público, mantenía el automóvil privado como principal medio de transporte. La organización de países productores de petróleo conocida como la OPEP decretó el embargo de suministro a Occidente en especial para los EE.UU, quien sufrió un grave impacto económico, produciendo una notable inflación y una agobiante recesión económica. Hasta tal punto que el impopular presidente Richard Nixon, se vió obligado a intervenir en el ultraliberal sistema económico yankee, imponiendo controles en el precio, la producción , la logística y la venta de combustible, llegando incluso al racionamiento, limitando el repostaje según la matrícula. Los conductores cuya matrícula acababa en numero impar solo podían repostar los días impares del mes, y lo mismo pero lógicamente al revés sucedía a aquellos conductores con placas acabadas en número par.
Paralelamente muchos informes médicos advertían del dañino efecto del smog, una contaminación extrema del aire que respiraban los ciudadanos en las grandes urbes y los podía provocar cáncer de pulmón entre otras serias dolencias. Uno de los estados pioneros en poner freno al smog, fue California, sobre todo en la ciudad angelina. Entre otras medidas se exigía la venta de automóviles dispuestos del sistema de convertidor catalítico y se realizaron una serie de controles conocidos como el Smog Check Program dirigido a localizar y retirar progresivamente de la circulación a los vehículos con mayor emisión de gases contaminantes. Paulatinamente se instó a las compañías petroleras a reducir el uso de aditivos como el plomo, azufre o fosforo.
Todos estos factores tuvieron un gran impacto en la industria del motor estadounidense. Tanto el tamaño de motores como de carrocerías sufrió un notable descenso para reducir el consumo de combustibles, pero aun así fue insuficiente para abastecer el nuevo cambio de mercado. Algunos fabricantes auguraban una enorme caída de ventas argumentando no sin cierto orgullo que sus compradores seguían exigiendo coches familiares de gran tamaño, sedanes, rancheras y pick ups que debían ser movidos lógicamente por motores de gran cilindrada. Erróneamente disociaban el tamaño, con la calidad, la eficiencia o la seguridad al volante un claro ejemplo de ello fue el Ford Pinto, o su competidor el Chevrolet Vega, tremendos fiascos.
Pero paradójicamente este escenario de búsqueda de eficiencia tuvo un actor inesperado, el cual hasta el momento había tenido papeles secundarios pero entonces pasó a ser protagonista.
Muchos fabricantes europeos y japoneses vieron la puerta de entrada abierta de par en par, ofreciendo productos que las marcas norteamericanas no querían o no sabían producir. Estos coches fueron bautizados como "Econoboxes" concepto que podíamos traducir como "cajas económicas".
Lo de cajas era porque utilizaban carrocerías de dos volúmenes sin los exageradamente largos capós delanteros y traseros. Estos Hatchbacks, pequeños pero eficientes, de motores transversales y tracción delantera a menudo ofrecían una calidad de construcción y fiabilidad superior a sus rivales yankees. Su acero incluso era menos propenso a oxidarse que los productos de Detroit.
Honda incluso comercializó su auto ad-hoc, el Civic CVCC, famoso por su bajo consumo y por ajustarse a las nuevas normas anti polución sin necesidad de incorporar catalizador, Gracias a su precámara de combustión y una tercera válvula de entrada de mezcla aire combustible más cerca de la bujía.
Toyota desarrolló un sistema parecido que denominó TTC-V y sacó al mercado el Tercel, y el Starlet
Otros econoboxes nipónes en llegar a America del Norte fueron los Datsun, como vemos en este comercial se hacia hincapié en la economía como principal factor de compra.
DATSUN F-10
otros econoboxes...
A pesar de las reticencias algunas marcas estadounidenses conocidas como "las tres grandes" ; Ford, Chrysler y Chevrolet, aprovecharon plataformas y motorizaciones de otros vehículos fabricados por sus filiales en otros países y lanzaron algunos econoboxes.
DODGE OMNI/ DODGE COLT
PLYMOUTH HORIZON
La distensión del conflicto Árabe-Israelí concluyó con el fin del embargo norteamericano de la OPEP el 17 de Marzo de 1974. Sin embargo los efectos de la crisis energética se arrastraron durante toda la década y el precio de la energía continuo creciendo. No todo fue negativo ya que esta crisis contribuyó a concienciar a estados, empresas y ciudadanos sobre el ahorro energético y sobre cuestiones medioambientales.
Fue ese el fin de los econoboxes americanos?. Pues así fue, con algunas excepciones como el Chevrolet Aveo y paulatinamente los coches volvieron a crecer en tamaño, peso y altura bajo la forma de monovolumenes, todoterrenos de lujo y los actuales Sport Utilitary Vehicles.... y todos sabemos la ineficiencia energética que ello comporta.
Ahora bien como he dicho después de medio siglo nos topamos de frente con una nueva crisis energética y climática que afecta en particular al mundo del automóvil.
Parece ahora que los estados y las compañías de fabricantes parecen apostar por la solución de la hibridación a corto plazo y la electrificación a largo plazo, aunque esto genera muchas dudas; una de ellas es ¿cuando se va llevar a cabo esta transición?, y otra cuestion todavía más preocupante.. ¿con que fondos van a contar las maltrechas economías familiares debilitadas por la galopante inflación para hacer frente a la adquisición de un eléctrico?.
Sumamente interesante, la verdad es que no había pensado esta similitud de situaciones.
ResponderEliminarCon respecto a la electrificación, cito dos pensamientos de mi autoría que vienen de perlas para este tema:
Más allá de la generación de corriente, más o menos limpia, hay otro punto a tener en cuenta: el traslado de la corriente.
No sé mucho de electricidad, pero imagino que un auto recargando baterías consume como una plancha o un equipo de aire acondicionado.
Suponiendo que tengamos diez mil autos a batería, serian diez mil conductores que llegan a sus casas, más o menos a la misma hora, todos enchufando sus autos para recargar baterías. O sea, diez mil equipos de aire que se agregan. Pensar que en verano, nos quedamos sin luz cuando todos ponen sus equipos de aire al mango.
Suponiendo que tenemos solucionada la producción de corriente para el pico horario, mover toda esa corriente desde la usina hasta las áreas de mayor demanda, todo de golpe a la misma hora, va a requerir una red de distribución distinta de todo lo que conocemos, estoy hablando de cables (si es que se les puede llamar así) superconductores de materiales especiales que requieren refrigeración con nitrógeno líquido y otras bellezas, con un costo impensable, al menos para nosotros los sudacas.
El mismísimo Obama se echó atrás cuando le mostraron el costo de esa red de distribución en el país del norte.
Y hace pocos días fue noticia que el gobierno de California pidió a los propietarios de autos eléctricos que se abstengan de cargar autos en las horas de mayor exigencia a la red. No estuve tan errado!
Y otra cosa que hasta ahora, nadie aclara: cómo es la disposición final y reciclado de baterías.
Hasta ahora la mayoría de estos autos eléctricos, parecen ser simples autos a nafta los más grandes a los a los cuales les han cambiado el motor naftero por uno eléctrico.
Entonces es lógico que necesitan muchísima corriente y mucho tiempo, si el sistema de recarga y baterías apenas está en una infancia tecnológica, lo que termina en largos periodos de carga, baterías de corta vida y autos con pobre performance.
Creo que los constructores deben revisar el concepto del auto eléctrico, ir más allá de un auto naftero con el motor reemplazado.
Yo espero algo más del auto eléctrico, espero otro concepto, otros materiales, otros diseños, algo distinto, ya vimos que la fórmula actual no funciona.
Otra cosa, para empezar iría por unas medidas más acotadas, algo más chico y liviano . Menos masa, que sea más fácil de mover o frenar, y sobre todo, de recargar.
Tesla está haciendo un sedán tamaño grande que acelera más que un McLaren súper sport. Pregunta: es necesario semejante aparato? Cuántos autos se pueden cargar con la electricidad que debe consumir esta bestia?
Soy muy mal pensado y creo que la electrificación de coches utilitarios es por muchos motivos una quimera irrealizable.
EliminarAntes de la marca Tesla ya ha habido intentos y ninguno ha fructificado, tal vez no por motivos técnicos sino económicos, ahora mismo las marcas generalistas, las que de verdad mueven la industria reconocen que pierden dinero con cada automóvil 100% eléctrico que ponen en el mercado y como solucion no van mas allá de ofrecer una pequeño motorcillo electrico para unos escasos 50 Kms y asi capear el temporal.
Estuve últimamente pensando en cambiar de coche pero no hubo manera, han subido demasiado y piden burradas por un urbano con tres cilindros y 70 cvs.
ResponderEliminarLa reacción es mantener lo que tienes y el que necesita un coche pero anda corto (lo normal) es apañar uno de segunda mano.
La consecuencia es el envejecimiento del parking. Pero el que tiene pasta sí disfruta los híbridos y, en menor medida por poco práctico, de los eléctricos.
Vamos listos...
Así es Antonio, cosas del norte y sur, la Europa rica y la Europa pobre, los del norte los ricos nos dicen a los del sur como debemos hacer las cosas por su conveniencia, nos dan calderilla de los fondos europeos para una improbable transformación energética y nosotros a tragar. Cada vez estoy mas convencido de que los mas listos han sido los ingleses con su brexit, al menos si se equivocan se equivocan por sus propias decisiones.
EliminarBuenas noches,
ResponderEliminarMuy complicado está el tema como para cambiar de coche, yo sigo con mi contaminante seis cilindros de gasolina, que como lo uso poco, pues poco contamina, y si no vas por ciudad o le pisas, tampoco veo que tenga un consumo brutal comparado con las moles actuales, total, que al final, lo cambiaré cuando de problemas gordos o porque la autoridad competente decida que casi no lo puedo usar…
Entonces vendrá el drama, como seguramente no será nuevo, pues no me gusta un motor turbo, adecuados para coches de rally, y menos de segunda mano, familiares medianos pocas unidades encontraré porque se venden SUV, hasta Ferrari ha hecho su armatoste, pobre Enzo, ya no sólo es de cuatro puertas, sino un trasto…
Y los híbridos, pues me gustaría saber si todo el proceso es tan eco, y luego, por lo que mire con un amigo, depende del uso que hagas, cambia mucho de un modelo a otro el tema consumo, eléctrico, genial como aceleran, pero el tema repostar tiene que cambiar mucho!
Como leí en prensa americana, el problema es que los motores son más eficientes, se baja el consumo, pero la bajada se compensa con el aumento de peso y la mala aerodinámica de los armatostes que venden, no evolucionamos!
Ciao..Jordi.
Cualquier día nos puedes poner un reportaje sobre SUV deportivos, jjj, gran concepto!
Hola Jordi
EliminarMientras tanto se habla de los coches no se hace hincapie en el consumo de yates, superpecargueros, y aviones proporcionalmente gastan mas petróleo y contaminan mucho mas.
No tengo uno pero por lo que se oye hay muchos inconvenientes de los híbridos, autonomía eléctrica insuficiente sobre todo en viajes largos, gestión del motor intrusiva y brusca en el paso del motor eléctrico al térmico, tacto del pedal en frenada regenerativa y sobre todo injustificados costes de adquisición para un ciudadano humilde.
Hombre a un Cupra Formentor V5 no le haria ascos, jeje.
Interesantísima reflexión.
ResponderEliminarSi algo me ha enseñado el estudiar historia en la facultad (algo aprendí aunque parezca mentira) es que esta parece ser cíclica, como si de un Uróboros se tratase.
Cambia Estados Unidos por Europa, Europa por China y tenemos la misma situación que hace 50 años. De nuevo nos encontramos ante una crisis energética y alta inflación que demanda un “cambio” hacía una mayor eficiencia. En este caso, el cambio tiende hacía la electrificación, y quien está viendo la oportunidad de conquistar mercado son los chinos, que pueden ofrecer el mismo producto a mucho menor precio, al igual que hizo Europa con el mercado americano.
Si estamos ante el camino acertado el tiempo dirá (personalmente creo vamos mal) pero de seguir así tengo asumido que el coche quedará como un producto fuera del alcance de una buena parte de la población. Al menos para tenerlo en propiedad. Llámame mal pensado, pero sigo pensando que están preparando el terreno hacía una nueva economía enfocada al uso del producto (alquileres y suscripciones) y no a la posesión.
Saludos ;
Estimado Alvaro, hace medio siglo hubo un primer aviso, aunque tampoco fue el primero, recuerdo haber escrito también un articulo en el blog sobre el gasógeno y el desabastecimiento del petróleo en posguerra https://zona-rapida.blogspot.com/2014/09/el-gasogeno.html. y ahora medio siglo después recibimos un nuevo susto, me pregunto si el tercero no será el definitivo.
EliminarPero hay que ser un poco positivos. Encuentro que la movilidad al menos urbana si que está cambiando , cada vez hay mas bicis y patinetes eléctricos que liberan un poco el trafico de coches y una mayor inversión y oferta en transporte publico, al menos por aquí y también una mayor peatonalización de calles que contribuye a una menor emisión de gases.. El problema es y a medio plazo será la movilidad para grandes distancias de momento ni los coches híbridos ni los eléctricos ofrecen una solución eficaz.
Abrazos!!