De nuevo retomamos la sección con el título más largo de la historia. En esta ocasión veremos lo que los anglos denominan "dashboards" y nosotros cuadros o tablero de instrumentos, compuestos por diferentes, relojes, lamparas, testigos, indicadores, cuentarrevoluciones y pantallitas LCD, tan temidos para algunos conductores como necesarios para asegurar un buen uso y disfrute de nuestro automóvil.
Como siempre algunos diseñadores tan reputados como Jaeger Veglia , Schmith o VDO han ido algo más allá de la función y nos han legado cuadros legendarios.
Hasta los años treinta los autos deportivos estaban llenos de esferas y relojes para controlar los parámetros de funcionamiento correcto del motor, pero los estadounidense en plena carrera espacial comenzaron a experimentar con diseños extravagantes y barrocos como los velocímetros horizontales y tableros más iluminados que un árbol de navidad.
En el Reino Unido e Italia, los autos deportivos a menudo conducidos por pilotos con chaquetas bomber, gorro y gafas protectoras, en cambio los tableros recreaban el espíritu de las cabinas de aviones de combate plenas de relojes, y pulsadores insertados en un salpicadero de chapa pulida. Ese mismo esquema pero envuelto de maderas nobles era aplicado a los coches de lujo conducidos por choferes.
Los alemanes experimentaron como Mercedes-Benz con diseños art decó pero evolucionaron hacia un estilo Bauhaus en la posguerra dándole mayor importancia a la legibilidad, la ergonomía y la efectividad, siendo los tableros Porsche o BMW un claro ejemplo de limpieza.
Como siempre los franceses iban por libre con las creaciones más icónicas pero excéntricas de todos los tiempos como los velocímetros tipo lupa de tambor rotatorio de los Citroën CX, desde luego a años luz de la legibilidad de los germanos pero no se los podía tachar de sosos.
Otra revolución fueron las pantallas de cristal liquido a principios de los ochenta mas sofisticadas y futuristas de la mano de Aston Martin y de GM al otro lado del charco, que apostaron por esta tecnología. Años más tarde estudios de los fabricantes dieron un paso atrás y revelaron que el cerebro humano interpreta mejor y de manera mas rápida los instrumentos analógicos, aunque actualmente estamos inmersos en la época de los dispositivos electrónicos y las pantallas digitales han vuelto no solo para informar de parámetros del vehículo sino para sustituir a pulsadores y mandos físicos con una considerable polemica sobre seguridad, al tener que desviar la mirada de la carretera.
Veamos algunos de ellos y por supuesto si echáis en falta abajo tenéis la sección de comentarios para dejar constancia.
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Ufff me diste en el medio, yo me pasaría horas viendo salpicaderos... Qué pasada los que pusiste, yo tengo mis preferencias pero me pueden los estilo "art decó" y los de los clásicos norteamericanos, son una auténtica pasada. Eso sí, un porrazo y te matabas contra los cromados o el volante de baquelita.
ResponderEliminarMenos pasión tengo por los plasticosos, aunque admiro el diseño que hay detrás. En particular detesto los digitales con esos horribles LED, por cierto solían averiarse bastante. Si quieres ver una buena "marcianada", ve a Youtube y mira el vídeo que sacaron del Lagonda (uno de los que ejemplos que pusiste) y sus pantallitas de tubo, aluciné con su funcionamiento.
Gracias por el tema, un saludo y buen finde!
Pues ya somos dos, y lo que se ha quedado fuera, ya ni te cuento los concepts cars, pero a esos ya le dedique un post en su día, , también le dedique un post al Renault 11 Electronic...ahora ya las pantallas son mayoría, pero adoptan las formas del velocímetro y cuentarrevoluciones tradicionales, es que en los 80 lo digital causaba furor, hasta los relojes digitales ganaron en venta a los de agujas.
EliminarGracias a ti por la visita y comentar!
El Falcon de mi padre tenía un tablero muy galáctico pero horroroso para leer información, había zonas ciegas en el velocímetro y la escala no era directa, de modo que a veces la aguja mostraba una velocidad que no se podía descifrar.
ResponderEliminarLuego el R12 tenía un velocímetro y muchos testigos luminosos, pero tampoco eran del todo claros, cuando se prendía una lucesita había que correr a ver el manual para entender qué era lo que no funcionaba.
Luego llegó el Citroën, apenas un velocímetro similar al del Falcon pero más chico.
Mi Gol tenía velocímetro redondo.
Esperaba que mi siguiente auto tuviera cuentavueltas y así fue, pero tras 30 años manejando autos ignorando la velocidad del motor, descubrí que mi oído era suficiente para llevar el motor y hacer los cambios cuando es necesario.
De los tableros que muestras, odio los plástico expuesto (quiero decir plásticos que ni siquiera tratan de imitar otro material, soy plástico y estoy orgulloso que así sea).
Para mi, la información debe darse en relojes con agujas, cualquier otro sistema termina resultando confuso.
Párrafo aparte para las fallas de los primeros tableros tan electrónicos.
Pues yo siempre he conducido con cuentavueltas, no sé si sabría hacerlo sin ello, obviamente podría, me refiero a mantener el motor en el par máximo, en exprimir un poco al propulsor pero sin pasarlo de vueltas...hasta una vez recuerdo sirvió para detectar un poro en un conducto de aire que hacia que el motor fuera revolucionado y no mantuviera el ralentí.
EliminarAhora encuentro que ayudan mucho los testigos luminosos, como anécdota recuerdo también que una vez arranque mi Ford Sierra conduje pensando en el día, pero yo notaba algo extraño como que el coche andaba poco. y ya porfin después de un buen rato vi que tenia el freno de mano echado y no había reparado en el testigo.
A todos nos fascina la tecnologia, pero luego su utilización diaria es mas delicada, recuerdo que Renault experimento con un tablero parlante, entre otras funciones realizaba un chequeo previo a la puesta en marcha y luego sus propietarios hartos después de un tiempo solicitaron que se silenciara el ordenador.
Recuerdo que cuando era pequeño comencé a alucinar con todos los coches que sacaban cuadros digitales (creo que la serie del Coche Fantástico tuvo la culpa) así que cuando mi padre se compró en el 89 un Fiat Tipo con cuadro digital fui el niño más feliz del mundo. No sé cuántas horas me quedaba viéndolo mientras conducía. Y lo que son las cosas, ahora los veo con otros ojos, y pienso que las agujas son el sistema más fácilmente legible, aunque sí pasaría por alto que el velocímetro fuese digital. Ahora bien, tal y como has dicho en otro comentario, creo que no podría estar sin un cuentavueltas, al menos en lo que a coches sin hibridación se refiere, y sin aguja de temperatura del motor.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta genial galería fotográfica que vale la pena ver con tranquilidad, y recrearse.
Como buenos maestros del diseño los italianos no podían faltar en el recopilatorio, un primo mio tenia un uno Turbo I.E con el cuadro digital y anda que no fardaba del cuadro.
EliminarTambién tenia un colega con el Kadett GSI digital y al encender el coche hacia un chequeo y por un instante el velocímetro marcaba 288 Km/h, alucinante!
Yo la unica vez que he llevado un cuadro digital creo que fue de una Picasso, era bastante feillo y no me convencio.
Saludos!